Con la adición de cuartos de sauna, clases de bailes, abrir feriados y domingos, entre otros, los gimnasios han ampliado su oferta con servicios complementarios a fin de cautivar a nuevos públicos (jóvenes de clase media con poco tiempo en el día), pero todavía existe espacio para crecer. Esto debido a que 80 de cada 100 peruanos siente la necesidad de practicar una actividad física, pero solamente dos tienen acceso a un gimnasio.
Según Ricardo Olazo, la facturación de los gimnasios en Perú llega a los US$ 150 millones, con un aproximado de 10% anual de crecimiento.
“Hay una gran demanda por cubrir. Pero la gente no está practicando a través de los gimnasios, sino también ya está descubriendo otras formas”, explica.
Ricardo Olazo comenta que se crean pequeñas comunidades o clubes deportivos más que un lugar donde simplemente vas y practicas deporte en las máquinas. “Es una serie de servicios complementarios que hace que tengas un público cautivo”.
Es el caso de los centros de entrenamiento funcionales, con espacios de hasta 50 metros cuadrados, son minigimnasios con público rotando durante la jornada, clases de una hora, con 15 a 20 personas. “Es entrenamento fuerte y rápido que la gente siente que tiene resultados rápidamente”, dijo.
La ocupación de gimnasios alcanza un crecimiento de 20% anual. “Hace dos años se decía que en Perú habían unos mil gimnasios. Para el 2016 habían unos 1,200 para todo el Perú. Este año las cadenas grandes siguen abarcando la mayoría del mercado”, indicó Olazo.