(Bloomberg).- En 1708, el buque insignia español San José fue hundido por un escuadrón británico cerca del puerto de Cartagena, en la actual Colombia, y se llevó seiscientas vidas y un tesoro que según un grupo de rescate estadounidense podría llegar a valer US$ 17,000 millones.
Más de tres siglos después que el ataque de una nave de la Marina Real enviara al San José al fondo del Mar Caribe, el anuncio del descubrimiento del barco hecho este mes por Colombia desató una batalla por el botín entre España, su antigua colonia y la empresa de rescate buscadora de tesoros.
España está insistiendo en su reclamo por el oro después que el gobierno colombiano dijera que pretendía quedarse con el tesoro. La pelea tiene implicaciones para España que van más allá de este caso. En juego están sus posibles derechos a los botines de cientos de naufragios sobre los lechos de los océanos de la época de su imperio colonial.
“La leyenda que creció en torno al San José y su tesoro lo transformaron en uno de los naufragios más famosos de todos”, dijo Miguel San Claudio, el director de Archeonauta SL, una empresa de arqueólogos submarinos con sede en La Coruña, España; “España es uno de los países con uno de los legados históricos submarinos más grandes y sí tiene derechos”.
El ministro de Asuntos Exteriores de España, José Manuel García-Margallo, dijo que espera que cualquier disputa con Colombia por el San José pueda resolverse de una manera amistosa, en la que cada gobierno respete el derecho del otro a defender sus intereses.
Monedas y joyas
Con todo, el galeón “se trata de un barco de Estado, no barcos privados, y se hundió en acción de guerra”, dijo García- Margallo a los periodistas el 7 de diciembre. Los archivistas de la Marina Española documentaron cerca de 1,600 naufragios, de los cuales más de un tercio están en América y un cuarto, como el San José, se remontan al siglo XVIII.
Sea Search Armada, un grupo de rescates marinos con sede en Bellevue, Washington, dice que el galeón transportaba monedas y metales preciosos extraídos y fundidos en Perú. El San José y sus 64 cañones cayeron víctimas del escuadrón británico comandado por el comodoro Charles Wager mientras el barco buscaba refugio en el puerto caribeño de Cartagena, de acuerdo a un relato de lo sucedido en la página de Facebook de Sea Search Armada.
Pocos argumentos
España no tiene muchos argumentos sólidos, dijo Rodolfo Segovia, exministro de Obras Públicas de Colombia e historiador, en una entrevista con la Radio Caracol del país. “La posición de España es débil”, dijo él.
Otra que reclama los tesoros del San José es Sea Search Armada, que dice haber descubierto el naufragio tras montar una operación de rescate con el permiso y la participación del gobierno colombiano. La empresa alega que después el gobierno colombiano incumplió un acuerdo para compartir lo que sacó de los tesoros recuperados.
Por ahora, Colombia reivindica sus derechos sobre el botín. El presidente Juan Manuel Santos dijo que se albergarán los artefactos del galeón en un nuevo museo que será construido en Cartagena. Si bien Colombia está dispuesta a compartir el tesoro histórico con el resto del mundo, no hay dudas sobre quién es su dueño legítimo, dijo el presidente el 8 de diciembre.
“Ahora están apareciendo muchos dueños”, dijo Santos. “No, señores, eso es un patrimonio de los colombianos”.
