Karen Rojas Andia
karen.rojas@diariogestion.com.pe
Para Alexander Montoya, la música es un negocio emocional, en el que aventurarse a producir un disco o video con un altísimo nivel de calidad cuando se está empezando, puede ser contraproducente. El foco es generar un buen material que esté amparado por una adecuada gestión de recursos.
¿Cómo podría comenzarse a reactivar el mercado de la música?
El espacio, en general, es pequeño, pero la mejor manera de ingresar es con un producto sólido. En la medida en que haya más propuestas, de alguna manera, el mercado se va a comenzar a regular. Y el camino para que surjan mejores propuestas es que los artistas tomen el proyecto en serio. Creo que la reactivación de la industria también pasa por efectuar alianzas con marcas.
¿En qué consisten?
El artista tiene que saber cuál es su público y buscar formas de aliarse con marcas. En otros países, por ejemplo, se generan alianzas entre compañías de consumo masivo y productos (musicales).
¿Qué alianzas se plantean?
En Perú, esto recién se empieza a desarrollar. Por ejemplo, si tengo un producto musical con una audiencia de mujeres jóvenes, que está presente en radios, conciertos, entre otras plataformas, habrá marcas a las que les va a interesar ese material. Otro tema clave es desarrollar ‘product placement’ (técnica que consiste en insertar marcas, en este caso, en un video musical).
¿Qué elementos considera indispensables en un artista?
El artista exitoso es la suma de muchas variables. Hay que tener carisma, saber tocar, componer, cantar. Por lo general, en la industria musical, no siempre gana la mejor voz, sino quien supo compensar falencias con aciertos.
¿El disco es imprescindible como herramienta de promoción?
Un artista con disco, de hecho, tiene un soporte más amplio. Hay géneros, como el urbano o el pop, que permiten no necesitarlo, al menos, en un primer momento. De esa manera, se puede trabajar sencillo a sencillo. No creo que sea una necesidad, pero sí es un plus.
¿A cuánto pueden ascender los costos para producir un disco?
Depende del productor. Hay productores que pueden cobrar entre US$ 1,000 y US$ 1,500 por tema. Entonces, un disco con 10 temas puede ascender a unos US$ 15,000. Eso es lo básico. Los productores más conocidos (con llegada a otros países) pueden aumentar esos montos a US$ 3,000 o US$ 5,000 por tema.
¿Qué factores deben tomarse en cuenta al arrancar una producción discográfica?
La grabación puede costar dinero y horas en el estudio, pero es clave decidir con quién se va a trabajar y cuánto se puede gastar. Usualmente, eso lo desconoce el artista. Es común que el cantante planee hacer un trabajo muy profesional pero no sea lo que necesariamente requiera para iniciar un trabajo de promoción.
¿Cómo puede aproximarse el artista a lo que realmente necesita?
La gestión de los recursos es clave en este negocio, sobre todo durante la primera etapa, en la que casi no se va a ganar dinero. Esa gestión ayudará a que una propuesta empiece a generar (frutos) para después comenzar a apuntar hacia otros productos. El mundo musical se mueve por la experiencia, los casos de éxito certifican esta frase.
Esos otros productos pueden englobar videos…
El video es una herramienta promocional, que puede costar como mínimo S/. 2.000 e incluso puede alcanzar montos de US$ 40.000 o US$ 60.000. Lo importante es buscar un nivel de calidad mínimo al inicio. Es mejor hacer un video que funcione que trabajar en un video soñado, para no generar una expectativa tan alta que el artista deba mantener casi obligatoriamente en un segundo material. Hay casos donde más vale invertir en un buen tema.
¿Qué fuentes de ingresos encuentra hoy en día un artista?
Son innumerables y eso no todos los músicos lo saben. Están los derechos fonográficos, por ejemplo. Otras fuentes son el streaming de música, la descarga de música digital hasta la venta de discos en tiendas físicas, aunque sobre esto último ya no hay mucha expectativa.
¿Hasta qué punto pueden contribuir las nuevas plataformas?
En un principio pueden proporcionar ingresos pequeños, pero si funciona esos ingresos pueden volverse regularmente importantes. El streaming, por ejemplo, tiene funciones clave más allá del dinero, porque los montos no son significativos, pero el valor de promoción es importante. Si, de pronto, el artista llega a la radio, esos canales pueden formar parte de una estrategia más amplia para potenciar sus oportunidades.
¿Considera que un cantante necesariamente tiene que apuntar a la radio?
A la radio es difícil acceder, pero necesariamente un cantante va a necesitar de la radio o televisión. A falta de radio, la otra forma de hacer las cosas es generar una mezcla entre conciertos en vivo e Internet. Pero tampoco tenemos un circuito natural donde cada mes haya cinco o seis conciertos, entonces solo quedaría la Web pero eso no alcanza para generar una exposición. Mientras un video en un canal de YouTube pueden verlo 2.000 personas al día, lo cual es bastante; en una radio Top tienes una audiencia de 40.000 oyentes por hora. Son escalas que hay que considerar.
En busca de otros espacios
Aunque las cadenas internacionales como HTV son abiertas a recibir cualquier material audiovisual, Montoya recuerda que su función es generar audiencia. De tal manera, lo que determina que un video ingrese a la programación es que tenga un estándar mínimo de producción y que el artista este respaldado por un proyecto serio.
En ese sentido, entra a tallar la presencia del cantante en conciertos, radios, redes sociales y otras plataformas digitales (YouTube, iTunes etc.) “Nada le garantiza a la cadena que el tema que le agradó vaya a convertirse en un éxito, por eso necesitan ver un trabajo serio”, aclara. “Creo que a cualquier medio lo que más le conviene es que el artista al que le dan un espacio crezca”.
HOJA DE VIDA
Nombre: Alexander Montoya.
Profesión: Administración hotelera (Les Roches International School of Hotel Management).
Estado civil: Casado.
Edad: 29 años.
Hijos: Uno.
Hobby: Viajar, practicar tenis y cocinar.
