(Bloomberg) El multimillonario desarrollador del Trump International Hotel & Tower de Toronto está tratando de vender el edificio, que ha sido eje de muchas controversias.

Alex Shnaider, el inversionista ruso-canadiense de la desarrolladora Talon International Development Corp., inició tratativas con su prestamista, Raiffeisen Bank International AG, para deshacerse de la lujosa torre de 65 niveles y del préstamo asociado que tiene con el banco por cerca de US$300 millones.

“Alex y el banco están buscando una resolución”, dijo por teléfono desde Toronto Symon Zucker, el abogado que representa a Talon. “Estamos buscando venderlo de manera ordenada. El banco no está haciendo nada para impedir la venta”. Alex ya no está interesado en esta forma de inversión”. Comentó que el prestamista y Shnaider han trabajado juntos en otros proyectos.

La Organización Trump, la compañía que dirige el candidato a presidente de Estados Unidos, Donald Trump, licenció su nombre a la propiedad y tiene a su cargo el gerenciamiento.

Desde los inicios de la construcción en 2007, el hotel Trump se ha enfrentado con varias situaciones, desde retrasos en la construcción hasta demandas. Tras su apertura en 2012, un grupo de inversionistas de sus unidades hoteleras demandó a Trump, a sus empresas y a Talon por falsa promoción. Los propietarios del condo-hotel están buscando la manera de quitar de la torre a la marca Trump y a la gerenciadora y Toronto Hotel Management Corp. presentó una solicitud en la corte de Ontario declarando que Talon intentaba vender la mayoría de sus unidades residenciales en una venta masiva.

Representantes de Raiffeisen no respondieron inmediatamente el pedido de comentarios. CBRE Canada, que negocia la transacción, se negó a comentar.

“Trump tiene un acuerdo de gestión a largo plazo para operar la propiedad y estamos ansiosos de proveer a nuestros huéspedes por mucho años más la misma calidad de alto nivel y lujo asociado a nuestra marca”, dijo Alan Garten, vicepresidente ejecutivo y consejero general de la Organización Trump. “Esperamos trabajar con los nuevos propietarios. Una venta de los desarrolladores no le daría a un nuevo propietario los derechos para remplazar a Trump”.

Shnaider, que hizo su fortuna con la producción de acero y los fletes internacionales, también apoyó la renovación del hotel King Edward en Toronto y un proyecto de residencias privadas junto con Dundee Realty Corp.