(Bloomberg).- La gente tiene opiniones bastante tajantes sobre los bermudas cargo. Los detractores dicen que esos bolsillos abultados son tan ridículos como los canguros, o incluso los calcetines con dedos individuales.

Los usuarios acérrimos quieren que los críticos se ocupen de sus propios asuntos. O, como escribió un columnista incrédulo: “Van a tener que pasar sobre mi cadáver si quieren sacarme los bermudas”.

Lo sentimos detractores; los comercios saben lo que quiere la gente, y todavía quieren bermudas cargo, a pesar de sus inherentes deficiencias de confección.

Los bermudas cargo representaron el 15% de todos los nuevos estilos de pantalones cortos que llegaron a los minoristas en línea de Estados Unidos durante los meses de verano este año, según nuevos datos de la firma de proyección de tendencias WGSN.

Eso es un aumento frente al 11% registrado en el 2015, a pesar de que las ventas disminuyeron este año. Sí, actualmente las tiendas tienen más bermudas cargo en existencia que antes.

“No se pueden negar los hechos, hay ciertos minoristas que aún respaldan fuertemente a los bermudas cargo en Estados Unidos”, dijo Sidney Morgan-Petro, una analista del sector minorista en WGSN. “Si todavía se puede ganar dinero con un producto, los minoristas no dejarán de tenerlo en existencia”.

¿Qué ocurre aquí? Como de costumbre, entra en juego el principal motivador para los hombres que se ven obligados a comprar ropa: la conveniencia.

Las tiendas de ropa han estado explotando estos generadores de dinero de bolsillos amplios desde que alcanzaron una gran popularidad a finales de la década de los noventa, una pragmática prenda que permite a la gente llevar sus gruesas billeteras y teléfonos móviles.

Grandes marcas como Gap Inc., Old Navy Inc. y Abercrombie & Fitch Co., lideraron el auge, respaldadas por sus gigantescas redes de distribución y cadenas de suministro.

Los bermudas cargo se apoderaron de las escuelas secundarias y universidades, y también se convirtieron en la prenda favorita de los fines de semana. Si eras hombre y tenías que vestirte con un atuendo casual, era muy probable que tuvieras un par de bermudas que te llegaban un poco más abajo de la rodilla.

Hoy en día, los bermudas cargo siguen siendo uno de los principales elementos en el clóset para la temporada de verano. O, como dijo Morgan-Petro, se convirtieron en la “cartera masculina de los estadounidenses”: el método por defecto para llevar todo lo que necesitas sin que una gruesa billetera acentúe tu trasero, o de lo contrario, y ni Dios lo quiera, te verías obligado a llevar un bolso, maletín o mochila. Los europeos tienen sus pequeños bolsos; los estadounidenses tienen sus enormes bolsillos.

“La gente los compra porque son funcionales”, dijo la analista. “No creo que vayan a desaparecer”.