NANCY PORTUGAL PRADO
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Desde que Christina Rosenvinge paseaba su melena rubia por Lima en los noventa ha pasado mucho. Pero su legión de seguidores es fiel a pesar de los años. Hoy ella ha dejado atrás hits como “Voy en un coche” para editar cinco discos en solitario.
Ella llegará al Perú, no solo para encender los escenarios de Lima y Arequipa, también para poner a prueba el mercado del norte chico, que después de la apertura de un mall y discotecas, se va vuelto una plaza en desarrollo.
Leonardo Castro, gerente general de Nardos Producciones lo cree así. Por ello, en la discoteca Ophera de Huacho, espera recibir a 3,000 personas, el doble de las que planea recibir en el Centro de convenciones Scencia de La Molina, por tener mayor aforo.
El concierto en el norte chico demanda una inversión de US$ 20 mil y las ganancias serán divididas en partes iguales entre la productor a y la discoteca, que ha cedido el espacio y sus equipos. En Lima, la producción demanda cerca de US$30,000.
Entre Lima y Huacho, Nardos producciones, espera ganar US$30,000. El show de Arequipa fue vendido a otra productora.
Mercado complicado
Castro, que traerá a la cantante española Bebé y ya negocia la llegada de Andrés Calamaro, considera que “en el Perú, la competencia entre empresarios es fuerte, pero no entre proveedores, lo que eleva los precios de producción”.