¿Qué destaca de la narrativa de Vargas Llosa?
Hace poco conversé con el historiador Carlos Araníbar, recientemente fallecido, quien trabajó durante la década del 50 con Mario Vargas Llosa en unas investigaciones de carácter histórico. Araníbar me contaba que esos informes tenían una particularidad.

¿Y cuáles eran?
Que si bien eran trabajos minuciosos de investigación histórica, le ponía ficción. Desde joven Vargas Llosa ha tenido experiencia de trabajo de investigación histórica, no solo periodística. Eso es importante porque él ha aplicado en la creación de sus novelas la investigación minuciosa de acontecimientos y los ha transformado en ficción.

¿Es una constante?
Sí, su proceso de creación parte de recolección de datos para desde un trabajo como historiador transformar esos datos en ficción, eso lo podemos encontrar en todas sus novelas, es el núcleo, desde mi punto de vista. Y eso lo aprendió cuando laboraba a órdenes de Araníbar que, a su vez, formaba parte del equipo de Raúl Porras Barrenechea.

Además Vargas Llosa siempre vuelve al Perú…
Así es. Casi toda su creación, de una u otra forma, se refiere al Perú, está centrada en su país, salvo una o dos, de ahí toda su producción habla de su patria y eso es fundamental.

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¿Cree que otros escritores peruanos puedan seguirle los pasos al Nobel?
Estamos actualmente en decadencia. Hay un grupo de escritores que tiene mucha publicidad, muchos son relumbrones, pero no saben escribir. Vargas Llosa tiene una buena prosa, que aprendan de él.

¿Qué observa, por ejemplo, en esos casos?
O sea cómo es posible que un párrafo de 15 líneas emplee ocho veces el adverbio ‘simplemente’. O que un párrafo de 23 líneas tenga 12 veces ‘que’. Es el colmo, no saben escribir, sin embargo los endiosan, eso me tiene muy enojado. Un escritor tiene que tener buena prosa y Mario Vargas Llosa tiene una magnífica prosa, sabe manejar el lenguaje perfectamente.

Pero debe haber otros que, desde su punto de vista, están haciendo bien las cosas
Hay grandes escritores en Lima y en provincias, pero desgraciadamente nadie les hace caso, no aparecen, tienen ediciones cortas, los respaldan editoriales chicas de provincias; no obstante ellos están haciendo la verdadera literatura en el Perú.

¿Desearía mencionar algunos de ellos?
Luis Fernando Cueto (Chimbote), Orlando Mazeyra (Arequipa) y Sandro Bossio (Huancayo) son solo algunos. De hecho, en cada ciudad encuentro magníficos escritores.