Claude Monet es quizá uno de los artistas que más interés suscita, pero las casas de subastas han detectado que “Picasso, Miró, Mondrian y Matisse son tendencia”, así como “las mejores obras de maestros surrealistas como Dalí”, señala James Mackie, uno de los especialistas de Sotheby’s en arte impresionista y moderno.
Pero, ¿por qué este repentino interés? “Se ha elevado la calidad de las obras que entran en el mercado y hay más demanda. Todo apunta a que los precios seguirán subiendo”, afirma dicho experto.
En febrero, cinco obras de Monet se subastaron en Londres por casi 73 millones de euros; en noviembre del año pasado en Nueva York, Chariot de Giacometti, una escultura considerada un icono del arte moderno, se vendió por más de cien millones de dólares, una cifra que sólo otra obra del autor había superado en otra subasta; una escultura de Modigliani, Tête, alcanzó los 56 millones de euros, mientras que Nature morte, vase aux marguerites et coquelicots, de Van Gogh, se vendió por más de 49 millones de euros, el precio más alto alcanzado por el autor desde 1998.
“Se seguirán buscando obras de estos y otros artistas, como Matisse, Moore, Rodin, Cézanne o Mondrian”, pronostica Mackie, que cree que se ampliará el número de países desde el que llegan los coleccionistas. “Hace diez años eran de 27 países, mientras que en 2009 esa cifra ya se había duplicado. En 2001, el mercado del arte mundial movió 36.000 millones de dólares. En 2012, había crecido hasta los 60.000 millones y no ha parado de aumentar”.
Diario Expansión de España
Red Iberoamericana de Prensa Económica