Bloomberg.- Las autoridades de fiscalización de Estados Unidos exhibieron este jueves gran cantidad de camisetas, gorras de béisbol, chaquetas y otros artículos deportivos falsos confiscados el año pasado a vendedores online, mercados de pulgas y estacionamientos de estadios.

La operación Team Player, dispuesta para el Super Bowl 51 del domingo, apunta a dar publicidad a la creciente presencia de falsificaciones.

Es un problema que se agrava y que es cada vez más difícil de controlar.

El gobierno estadounidense confiscó el año pasado US$ 1,380 millones en productos falsos. Más de la mitad llegó por medio de correo internacional y mensajerías. ¿Por qué?

Porque los productos falsos se compran cada vez más online –sobre todo vía EBay Inc. y Amazon.com Inc.- y a menudo se los envía directamente a hogares estadounidenses en paquetes individuales.

El resultado es que los funcionarios deben buscar las falsificaciones de a una en un torrente de 250 millones de paquetes que ingresan al país cada año.

“La gente puede comprar cosas online directamente de China y todo llega por correo”, dice Matthew Bourke, un vocero del Centro Nacional de Coordinación de Derechos de la Propiedad Intelectual, parte del Departamento de Seguridad Nacional (DHS). “Hace que la fiscalización resulte en extremo difícil”.

Funcionarios gubernamentales quieren una mayor transparencia en relación con la magnitud del problema de las falsificaciones en Amazon y en EBay.

Presionan a las dos compañías para que les den a conocer los registros de pedidos de retiro de productos falsos, de modo de poder obtener las direcciones IP y los domicilios de los vendedores, así como saber cuáles son los métodos de pago que prefieren.

Los datos se usarían para detectar tendencias y concentrar la tarea de fiscalización. Los funcionarios dicen que también el público se beneficiaría de una mayor conciencia de la fuerte presencia de productos falsos en los sitios y que eso sería un buen incentivo para que los mercados controlaran las falsificaciones.

Parte del problema, dice Richard Halverson, agente especial auxiliar del DHS, es que mucha gente piensa que comprar una camiseta falsa para ahorrarse unos dólares es algo inofensivo.

Crimen con víctimas
Pero las redes de la delincuencia internacional usan las falsificaciones para lavar dinero de la venta de drogas y el tráfico de personas. “No es un crimen sin víctimas”, dice Halverson.

En momentos en que la falsificación florece, el proceso de denuncia y retiro parece cada vez menos efectivo. Cuando Amazon o EBay expulsan a falsificadores, éstos abren cuentas con nuevos nombres hasta que se los vuelve a descubrir y el ciclo se repite.

Alibaba se ha mostrado dispuesta a compartir con el gobierno más información que EBay y Amazon, dice Danny Martí, que hasta hace poco era el coordinador de Cumplimiento de las Leyes de Propiedad Intelectual.

Alibaba dijo en octubre que había endurecido las políticas contra la violación de la propiedad intelectual y que eso facilitaba a las marcas la tarea de solicitar el retiro de los productos falsos.

En una carta al representante comercial de Estados Unidos , la compañía informó que había eliminado la publicación de 380 millones de productos y que había cerrado unas 180,000 tiendas en su mercado Taobao en los 12 meses hasta agosto.

Martí dice que las pares estadounidenses de Alibaba temen que su reputación se vea perjudicada si se revela la magnitud del problema de las falsificaciones.

“La ironía de no compartir información es que el sitio de comercio electrónico termina por perjudicar a la misma gente que quiere atraer –los consumidores y las marcas-, mientras que los falsificadores tienen más espacio para crecer”.

“El problema de las falsificaciones es real, crece y ha alcanzado un nivel alarmante”, dice Martí. “Hasta que esos mercados brinden más información sobre lo que hacen para frenar la venta de productos falsos, seguiremos a oscuras. Esto no se soluciona con confiscaciones”.