(Bloomberg Business).- Las mujeres adoran el “pony car”. Al menos este año. De acuerdo a los resultados de ventas para el primer semestre del 2015, el nuevo Ford Mustang es el auto deportivo más vendido del mundo –y el más vendido entre las mujeres de los Estados Unidos.
Las ventas globales del Mustang alcanzaron 76,124 vehículos para la primera mitad del 2015, un 56% más con respecto del año pasado, de acuerdo a los datos de ventas globales de Polk/IHS. Las ventas totales entre las mujeres, en particular, subieron 40% en relación al año pasado y deja al Mustang con un 36% del mercado femenino de autos deportivos.
“A las mujeres les gusta porque es una opción práctica”, dijo Erich Merkle, analista de ventas de Ford en los EE.UU. “Luce genial y ofrece una buena performance y eficiencia de combustible”.
Merkle dice que las mujeres tienden a elegir la opción de motor EcoBoost (con 4 cilindros, más eficiente) en lugar de las versiones V6 o V8 que eligen los hombres. Ellas también tienden a elegir la opción descapotable más frecuentemente que los hombres, dijo él: 15% de las mujeres que compran Mustang eligen el convertible, contra un 13% de los hombres.
Las compradoras mujeres ayudan a aumentar las ventas en los mercados internacionales. Es el primer año que Mustang está disponible para los consumidores en más de 100 mercados globales, incluyendo el Reino Unido, Australia, Sudáfrica y Japón. Es la primera vez que muchos de estos países tendrán acceso al modelo con volante a la derecha.
En el Reino Unido, Ford ha registrado más de 2,000 órdenes para el Mustang desde enero y planeó una producción extra para satisfacer una demanda mayor que la esperada. Varias listas de venta europeas se agotaron en cuestión de minutos, de acuerdo a Ford. Australia y Nueva Zelanda también superaron la demanda, con 3,000 órdenes en Australia y 400 en Nueva Zelanda. En China, en donde las ventas comenzaron el invierno pasado, Mustang está próximo a ser el auto deportivo más vendido del país, con centros populares en Pekín, Guangdong y Shanghái.
Merkle adjudica el entusiasmo al amor sin límites por la potencia automotriz tradicional.
“La pasión por el auto es universal”, dijo. “Es un ícono americano”.