Hoy Vanna Pedraglio se alimenta mejor que nunca y ya no lleva su cuerpo al límite con el ejercicio. Es que la entrenadora y profesora de figuras del deporte nacional, como Sofía Mulanovich, Nicolás Fuchs y Ramón Ferreyros, ya no es la misma de antes: pronto se convertirá en mamá a sus 37 años.
¿Cómo llegaste a ser mediática y entrenar a reconocidos deportistas?
Todo comenzó en España, donde estudié Biología. Ahí trabajé en un gimnasio, luego volví al Perú y un día vi que mi hermano, que corre tabla, no tenía cómo entrenar cuando no había olas y descubrí un nicho. Empecé con el surfing fitness, tiempo después abrí Vanna Coach y varios me contactaron para entrenarlos.
¿Cómo surgió la decisión de convertirte en mamá?
Yo no tenía este plan mapeado. Estaba metida en mi trabajo, pero, de un momento a otro, me cambió el chip y (mi esposo y yo) nos preguntamos si ya era momento de ser padres. Hoy ya tengo casi seis meses de embarazo.
Y en el plano profesional, ¿cuál es el próximo proyecto?
Vanna Coach está en proceso de expansión. Esperamos abrir el segundo local este año y, a partir del 2017, queremos inaugurar anualmente dos locales.
¿Cuál será el mensaje en las otras sedes?
El mismo. El trabajo a nivel funcional, de cómo uno se siente y no cómo se ve. El mensaje de estilo de vida cala más que el aspecto visual. Por eso, el papel de los coach es importante porque transmiten energía.
¿Cómo llegan a difundir eso en los alumnos todos los días?
El ser coach es algo nato. No solo implica que te guste el deporte. También es inspirar y retar. Yo tengo el don de entregar energía para que las personas cumplan metas que ellas pensaban que podían alcanzar.