“Yo enciendo la mecha, pero el fuego lo aviva todo el grupo”

Fernando Cabrera, gerente general adjunto de Faber-Castell Perú, reconoce su tendencia a ser un “dedo” en la oficina, pero en una crisis preferiría recortar cualquier otra cosa antes que despedir a su personal.

(Manuel Melgar)
(Manuel Melgar)

Fernando Cabrera camina con la tranquilidad de los que han vivido todo lo que tenían que vivir, sin arrepentimientos ni frustraciones delatoras. Su madre le dio el mejor consejo que se le puede dar a un joven vehemente: “No te tomes la vida en serio hasta que cumplas 29, es muy corta. Coge tu mochila y vete a recorrer el mundo”.

Le dio US$300 y dejó que se lo lleve el viento. “Los hijos son prestados”, reconoce, con un marcado dejo ecuatoriano, el gerente de Faber-Castell para el Perú.

¿Cómo es que uno recorre el mundo con solo US$ 300?
Cuando terminé la universidad, en Los Ángeles, no quería regresar a Ecuador, sino ir a Europa. Un amigo me dijo: “Fernando, por qué no trabajas como niñero”. Me consiguió una agencia y trabajé para una familia muy rica de Francia, con dos niños a mi cargo, y luego me fui a Alemania.

¿Manejar el talento es como cuidar de muchos niños?
Es algo que me pasó en muchos países de Europa del Este cuando entré a trabajar, había gente sin mayor conocimiento de marketing. Tenía que enseñarles.

¿Convivió con muchos estilos de millonarios en su vida?
El rico de Francia es más tradicional, se comporta naturalmente. Los rusos lo demuestran todo, son muy exhibicionistas.

Su currículum es distinto, está repleto de cifras de negocios. ¿No puede vivir sin ellas?
Me considero una persona de resultados. Tengo una escuela muy norteamericana. Allí lo que importa son las metas.

¿Hay algo que la gente critique de usted?
Soy muy dedo con la gente y ellos se sienten presionados. Quizá quisiera involucrarme más con ellos, pero cada vez que entablamos una charla, siempre acabo hablando de negocios.

¿Qué lo saca de quicio?
La incapacidad de la gente y las poses. Me saca de quicio que quieran ocultar una incapacidad con poses de “ yo soy el jefe y me debes obedecer por eso”.

¿Los trabajadores son cada vez más infieles?
Con el crecimiento del país, no puedes dudar de que habrá fuga de talentos. La clave está en cuidarlos. En las crisis, no recortar personal, sino sacrificar otras cosas. Para que perdure una marca, se necesita contar con gente agradecida.

¿Cómo logra tener a todos motivados?
Los hago partícipes de la toma de decisiones. Esa es una parte de la motivación. Yo enciendo la mecha, pero el fuego lo aviva todo el grupo.

¿Cómo sabe en quién depositar su confianza?
Aprendí a tratar con gente distinta y respetar su forma de pensar y de comportarse. Uno no debe juzgar a primera vista.

¿Siente que su fórmula resultó al final de la historia?
Me dicen: tú tuviste suerte. No es así, hay muchas oportunidades en la vida, hay que estar listos y despiertos para tomarlas. Nunca fue suerte.

LAS CLAVES
Exportación. La planta de Faber Castell Perú produce productos para 35 países.

Ventas. Faber-Castell invierte hasta US$ 5 millones anualmente en maquinaria y equipo para su planta.

Marca. Hace dos años y medio, Faber Castell Perú compró la marca Vikingo, dirigida al sector popular.

LA FICHA
Nombre: Fernando Cabrera.
Cargo: Gerente general adjunto de Faber-Castell. Estudios: Contabilidad y Administración de Empresas.
Nacionalidad: Ecuatoriana.
Hobby: Ir al gimnasio.

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