Inicio el artículo citando al inversionista y empresario estadounidense Warren Buffett: “Si formas parte del 1% más afortunado de la humanidad, le debes algo al 99% restante”.
Muchas veces, cuando hablamos de ahorro pensamos en dejar de gastar; sin embargo, ahorrar es también gastar de forma estratégica.
¿Cuántas veces tiramos comida cuyo consumo olvidamos planear? ¿Cuántos aparatos eléctricos se encuentran encendidos sin ser aprovechados? ¿Cuánta ropa o libros tenemos sin ser usados?
Los invito a realizar un experimento. Por un día, identifiquen la basura que ese día generaron. ¡El resultado posiblemente será alarmante! Envases de plástico, envolturas, comida en semi-buen estado, papel… ¡y más! Es lo que podremos ver en un día. Si extrapolamos el experimento a un año, ¿cuántos kilos de desechos generaríamos en este periodo?
Responsables de lo que compramos
Cada consumo, servicio o bien implica además un costo económico, social y ambiental, mismo del que todos somos responsables, por lo que es de nuestra competencia reconocerlos con transparencia y hacernos cargo de lo que usamos.
Así bien, reconozcamos nuestro campo de acción: ¿Cuántas veces usamos el elevador para subir un piso que podríamos subir a pie? ¿En cuántas ocasiones hemos utilizado en exceso el claxon de nuestro auto? ¿Cuántas veces usamos las bolsas ecológicas del supermercado para realizar nuestras compras?
Más ingresos, ¿mayor responsabilidad con el ambiente?
Paradójicamente, todos deseamos ganar más dinero. La concepción mágica de pensar que todos nuestros problemas desaparecerían al aumentar nuestras ganancias vive en todos nosotros, pero ¿los gastos disminuirían? ¿Apoyaríamos empresas e instituciones social y ecológicamente responsables?
No se me malinterprete: el gastar el dinero en bienes que aumentan nuestra calidad de vida o en experiencias inolvidables podría ser de los mejores gastos que podemos realizar.
Gastar para progresar
Finalmente, nuestros actos —en este caso, nuestros gastos— deberían estar encaminados a responder a preguntas importantes, como: ¿Qué queremos? ¿Qué es lo que en verdad buscamos?
Busquemos nuestro progreso y crecimiento de forma integral hoy, con los recursos y servicios que están a nuestro alcance.
Asimismo, cuestionemos nuestros hábitos y vicios, aprovechemos el desarrollo tecnológico y económico. Tengamos la valentía de ser responsables y congruentes para desarrollarnos como individuos y crecer como sociedad.
Diario El Economista de México
Red Iberoamericana de Prensa Económica (RIPE)
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