(Bloomberg) Los inversores necesitan que se los salve de sí mismos.
Esto un lugar común, pero que encierra algo de verdad. Los inversores individuales a veces tienen un sentido de la oportunidad graciosamente malo. Compran cuando los precios de las acciones están altos. Se asustan y venden cuando se hunden los mercados. Invierten con los administradores de fondos comunes de inversión exitosos justo cuando a estos se les acaba la suerte.
Y qué reciben como recompensa? Aparentemente obtienen un rendimiento menor en los fondos comunes en los que inviert, que es de cuatro puntos porcentuales por año, o más, según el estudio anual de la firma investigadora Dalbar.
Si estamos actuando como tontos, claramente deberíamos poner nuestro dinero en manos de asesores financieros profesionales. Aun cuando el profesional nos cobre un 1% o más de honorarios anuales, saldremos ganando, ¿no es así?
Los expertos independientes no se venden.
Observemos tan solo la cantidad de movimientos torpes de los inversores que Dalbar calcula cada año en su Análisis Cuantitativo del Comportamiento de los Inversores (QAIB por su sigla en inglés). El año pasado, según el informe, el inversor promedio en fondos comunes de inversión obtuvo un rendimiento 3,7 puntos porcentuales menor que el del Índice S&P 500. En los últimos 30 años, revela el QAIB, quienes invirtieron en fondos de acciones quedaron rezagados con respecto al mercado en un promedio de 6,7 puntos por año.
Para algunos, estos números parecen demasiado elevados. “El análisis de Dalbar tiene algo de verdad pero ciertamente exagera el sentido de la oportunidad equivocado de los inversores individuales”, dice Brad Barber, profesor de finanzas de la Universidad de California en Davis. Un artículo reciente escrito por el matemático Michael Edesess sostiene que las conclusiones de Dalbar no pueden ser utilizadas para demostrar la insensatez de los inversores individuales. Sin embargo, dice, los asesores financieros suelen utilizarla para justificar altos honorarios.
“Esto no es ciencia y no es lógico”, escribió Edesess el mes pasado. “Es interpretación apresurada de resultados matemáticos y empíricos para alimentar la necesidad de argumentos de marketing o temas de debate”.
Los clientes realmente necesitan ayuda, dice Edward Gjertsen II, presidente de Financial Planning Association, pero deberían elegir cuidadosamente a sus asesores financieros. Asegurarse de que el asesor sea fiduciario –requisito legal para anteponer los intereses del inversor- y buscar asesores y planificadores que no sean buenos sólo para vender inversiones, sino que ayuden al inversor a establecer objetivos financieros más amplios y a decidir entre prioridades como adquirir bienes raíces y cancelar deuda.
Hay dos maneras de calcular el retorno de la inversión. Están las cifras de desempeño que el fondo común difunde en cualquier período. Ese es el retorno total del fondo menos sus gastos. Y está el desempeño que los inversores de ese fondo realmente experimentan a lo largo del tiempo. Este se puede calcular observando el dinero que colocan en el fondo y que extraen por día, por semana o por mes.
Inevitablemente, habrá una brecha entre ambos, porque no es habitual que un inversor ponga dinero en un fondo y nunca más lo toque. Los trabajadores ponen dinero en sus planes 401 (k) mientras que los jubilados gastan sus inversiones.
Las firmas de investigación de inversiones como Dalbar y el gigante Morningstar analizan estos movimientos y concluyen que los inversores se perjudican a sí mismos por culpa de su erróneo sentido de la oportunidad. Edesess sostiene que la brecha que identifican tendría igualmente que ver con factores que escapan al control de los inversores, tales como lo que está sucediendo en el mercado o cuándo la gente tiene el dinero para invertir.
Un joven que empezó a trabajar y abrió una cuenta 401 (k) muchos años atrás hoy se diría que tuvo un sentido de la oportunidad espectacular porque los mercados subieron desde 2009. ¿Pero qué hay de un trabajador de más edad que comenzó a invertir en un plan 401(k) generoso a comienzos de los años 2000 y en 2007 perdió ese empleo apenas antes de que estallara la crisis? Se diría que su sentido de la oportunidad fue terrible, porque los retornos del mercado resultaron tan mediocres a comienzos de la década de 2.000 que se perdió de comprar acciones cuando llegaron a niveles bajos en 2008-2009.