El presidente de la Asociación de AFP, Luis Valdivieso, habló fuerte contra las políticas laborales del Gobierno, puesto que éstas impiden el incremento del número de aportantes a un sistema previsional, sea el público o privado.

De esta manera, sustentó que la reforma de las AFP no es suficiente para acabar con la realidad pensionaria del país, en donde solo uno de cada cinco peruanos tiene asegurado su futuro con una pensión de jubilación.

“Uno de los problemas fundamentales para aumentar la cobertura son los sobrecostos laborales”, criticó en el foro “La reforma del Sistema Privado de Pensiones: 20 años después”, organizado por Centrum Católica.

El costo laboral de un empleado de la industria -detalló- es casi dos veces su remuneración bruta, mientras que el de una mype es una vez y media, casi similar que en el sector agrario.

“Con este tipo de leyes de trabajo que protegen beneficios en lugar de fomentar el empleo e incentivar la formalidad, no se puede esperar una mayor cobertura previsional. ¿Por qué? La informalidad está detrás de la falta de cobertura. Y los sistemas, tanto público como privado, se basan en empleo formal”.

¿Esfuerzo en vano?
Refirió que, según la experiencia internacional, la fragmentación de los sistemas previsionales no son buenas; sin embargo, en el Perú se ha tomado ese camino con la creación de Pensión 65 y la pronta incorporación de los independientes a las AFP, así como la implementación de un programa previsional para las mypes y una pensión social.

“Hay que moverse a un sistema que consolide la protección previsional. Se ha ido a lo que funciona (las AFP) y se ha olvidado lo que no funciona, que es el sistema público”, arremetió en una mesa compartida con el jefe de la SBS, Daniel Schydlowsky.

“Se ha hecho un saneamiento parcial en lugar de hacer un saneamiento integral del mercado de trabajo que es lo que condiciona la cobertura”, agregó.

¿Por qué la gente cotiza tan poco?, también se cuestionó Valdivieso. Y en este punto también volvió a encarar al Gobierno por desincentivar a la formalidad.

“Hay una gran movilidad laboral y eso hay que mirarlo con cuidado. A la mayoría de gente se le contrata por tiempos muy limitados: no hay un contrato formal de trabajo, porque se trata de evitar los sobrecostos laborales. Ahí tienes el resultado de que muchos cambios laborales no permiten tener un trabajo estable con una política de ahorro individual estable”.