(Bloomberg).- Mientras los bancos centrales del mundo desarrollado presentan indicios de divergencia luego de años de abrazar el estímulo, las autoridades de los mercados emergentes adoptan diferentes abordajes conforme varía la inflación.
Si a eso se le suma la fluctuación de las monedas y la declinación de los precios de las materias primas, el resultado es que esas economías no deben seguir negociándose –ni tratándose- como un bloque único, como pasó como consecuencia de la crisis financiera.
El abordaje unidireccional se frustró a mediados de 2013 conforme los inversores empezaron a temer un retiro del estímulo en los Estados Unidos y castigaron a esas economías con abultadas deudas o desequilibrios de cuenta corriente. Ahora las políticas se dividen.
Rusia y Brasil subieron el mes pasado sus tasas de referencia. Polonia, Chile y Rumania las bajaron en las últimas semanas. India y Turquía no han hecho cambios por ahora.
“La divergencia de desempeño económico en los mercados emergentes sigue siendo un tema clave”, dijeron analistas de Credit Suisse Group AG en un informe del 7 de noviembre en el que redujeron su pronóstico de crecimiento para 2015 en esas economías de 4.9% a 4.6%.
La inflación negativa y por debajo del objetivo en Europa oriental explica las diferentes perspectivas. En Turquía, Rusia, Brasil y Sudáfrica, en cambio, los aumentos de los precios se acercan al 10% y superan el objetivo.
Buena parte de lo que pase depende de los precios de las materias primas. Materias primas más baratas reducirían un punto porcentual, a 6.6% para fines de 2014, la inflación agregada de los mercados emergentes, excluidas India y China, según Credit Suisse.
Importadores de materias primas
Los beneficiados son los importadores de materias primas o aquellos cuyas monedas se han mantenido. La lista comprende las economías de Corea del Sur, Taiwán, Filipinas y Europa oriental, así como tal vez también Turquía y Sudáfrica.
La menor inflación resultante permitiría a “los bancos centrales retrasar los incrementos de tasas o flexibilizar la política”, dijo el equipo de Credit Suisse. “Eso es especialmente válido para economías de mayor inflación, como Turquía y también Sudáfrica”.
Por otro lado, Rusia siempre sufre la caída de los precios del petróleo. Además, México, Indonesia, Brasil y Venezuela tienen precios de energía regulados o sus monedas han declinado junto con las materias primas.
A diferencia del mundo desarrollado, donde el estímulo sigue siendo el tema central de los debates sobre políticas incluso en momentos en que la Reserva Federal de los Estados Unidos pone fin a la flexibilización cuantitativa, en los países emergentes se imponen aquellos que suben las tasas.
Economistas de JPMorgan Chase Co. pronostican que en los próximos seis meses la tasa de interés promedio de los mercados emergentes subirá alrededor de otros 35 puntos básicos, que se sumarán al aumento de 100 puntos básicos entre mediados de 2013 y el primer trimestre de este año. La tasa promedio es ahora de 6.16%.
“Es probable que esta nueva ronda de ajuste afecte más el crecimiento de los mercados emergentes, que ya se pronosticó que permanecerá estancado por debajo de la tendencia”, dijeron.