Los servicios al inversionista de Moody’s reafirmaron hoy la clasificación de riesgo crediticio de la ciudad de Lima. Esta se mantendría en el nivel Baa3, que es el primero en la escala de grado de inversión según la agencia, y sus perspectivas para el futuro son positivas.
Para tomar la decisión, se tomó en cuenta que la capital tiene una actividad económica bien diversificada, lo que se demuestra con su nivel relativo de riqueza, con ingresos en un nivel 142.7% superiores al promedio del Perú.
En esta línea, es importante destacar que el 93.4% del total de ingresos proceden de fuentes propias (93.4% del total de los ingresos). Además, los balances brutos operativos son sólidos.
Sin embargo, Moody’s también señala que hay limitantes a tener en cuenta, como es su elevado nivel relativo de deuda. Sus planes de emitir deuda nueva podrían llevarla al 50% de los ingresos operativos, versus un 19.1% registrado en el 2012. Otro factor es que los resultados financieros se perciben como volátiles.
Las perspectivas positivas se sustentan en que existe la misma percepción favorable respecto al Gobierno central, de modo que una mejora en la calificación del Estado peruano impactaría a favor de Lima también.
¿Por qué podría variar?
Además del impacto de la calificación del Gobierno nacional -cuya calificación es Baa2-, también podría ayudar en una mejora que Lima muestre resultados fiscales balanceados y una reducción en su nivel de deuda.
Aunque es un escenario improbable en el corto plazo, una caída en la calificación del Perú podría perjudicar a la de la capital. Aumentos en los niveles de deuda y menores niveles de liquidez podrían empujar hacia abajo la calificación crediticia de Lima.