Dos economistas conversan sobre el reciente anuncio de no volver a elevar la remuneración mínima vital (RMV) y evaluar la posibilidad de un futuro incremento sujeto a la evolución de la economía. Aquí el interesante diálogo entre dos opciones opuestas: Maynardo (M), a favor de seguir incrementando la RMV, y Adamo (A), en contra.
M: Es una lástima que el Gobierno de PPK no cumpla con su promesa de elevar el salario mínimo. Esta es una medida que favorecería a los trabajadores y que contribuiría a la reactivación de la economía. Más aún, dado que el salario mínimo todavía es muy bajo, el Gobierno debería seguir aumentándolo para llevarlo a un nivel más realista.
A: No tengo claro qué entiendes por “realista”… En todo caso, lo fundamental es pensar en quién financiará el aumento. A las empresas más chicas les estarían subiendo los costos y eso las vuelve menos competitivas. ¿De dónde van a sacar la plata las empresas para hacer efectivo el aumento continuo de la RMV?
M: La plata para financiar el aumento lo ponen las empresas que, hay que recordar, están obligadas a cumplir con la legislación laboral. Y legislación sobre salario mínimo existe en casi todo el mundo, hasta en EE.UU., donde se ha fijado en US$ 7.25 por hora (aunque en algunos estados este supera los US$ 10).
A: Está claro que todos tienen que cumplir con la legislación, pero siempre va a haber empresas a las que no les alcanza la plata, ¿no? Digamos pequeñas y microempresas con baja productividad, que ya estaban con las justas, y que luego de los aumentos no van a tener cómo cumplir con la ley.
Lo más probable es que se vean empujadas a dejar de contratar trabajadores en planilla y a dejarlos en la informalidad.
M: Si tu argumento fuese correcto, los países desarrollados no tendrían salario mínimo. En estos países casi no existe informalidad laboral a pesar de existir un estricto cumplimiento del salario mínimo.
A: No se puede comparar papas con camotes. En los países desarrollados hay muchos estudios que muestran que el salario mínimo aumenta el desempleo. En el caso del Perú, los trabajos de Nikita Céspedes y Miguel Jaramillo concluyen que la informalidad laboral sí aumentó cuando se subió el salario mínimo durante la década pasada.
M: Me extraña que la informalidad laboral haya aumentado precisamente en el periodo en que las empresas se beneficiaron del alto crecimiento de la economía. Por otro lado, el aumento en el salario mínimo se paga solo.
A: ¿Cómo que se paga solo?
M: Claro, pues. Cuando las empresas aumentan salarios, ello incrementa el poder de compra de los trabajadores. ¿Correcto?
A: Correcto.
M: Y con millones de trabajadores con más poder de compra aumenta la demanda y se incrementan las ventas de las empresas. Y con esto las empresas recuperan con creces la plata que destinaron a incrementar los salarios.
Es decir, aumentar el salario mínimo dinamiza la economía. No solo es un acto de justicia incrementarlo, ¡es un excelente instrumento para reactivar el crecimiento económico que termina beneficiando a las empresas!
A: El argumento es absolutamente falaz, Maynardo. Si fuera tan beneficioso y promotor del crecimiento, entonces deberías proponer subir el salario mínimo no a 950 soles sino a 1,500 soles o tal vez incluso a más…
M: Tú siempre tan pinchaglobos… Tu argumento es tendencioso, nadie plantea elevar el salario por encima del valor de la productividad del trabajador. Lo central aquí es que el salario mínimo tiene que aumentarse de manera periódica para compensar la inflación y las mejoras en la productividad de la fuerza laboral. Y seamos claros: el reciente aumento del gobierno de Humala no terminó de corregir el embalse existente en el salario mínimo.
A: Pero ¿no serían las propias empresas las primeras interesadas en premiar las mejoras en la productividad y compensar la inflación aumentando salarios por su propia cuenta? Si no lo hacen, perderían a sus trabajadores más productivos que podrían conseguir trabajo en otro lugar.
Lo que quiero decir es que el mercado laboral se ajusta solo y sin necesidad de que el Gobierno intervenga introduciendo distorsiones contraproducentes.
M: Eso es pura teoría. En la práctica, las empresas tienen mucho más poder de negociación que los trabajadores. Al trabajador no le queda sino aceptar los términos que se le imponen. Y no es que un trabajador pueda encontrar trabajo al toque en otra empresa.
A: Se estima que solo 1% de la fuerza laboral gana alrededor del mínimo. En consecuencia, es solo una pequeña fracción de trabajadores la que se va a beneficiar. Pero vas a empujar a muchos trabajadores a la informalidad despojándolos de sus derechos laborales. El resultado neto probablemente sea negativo.
M: Está claro que aumentar el salario mínimo va a incrementar los ingresos de los trabajadores en las empresas formales. La diferencia está en que yo creo que eso es deseable y tú no.
¿Hasta cuándo vamos a permitir que las empresas grandes y pequeñas paguen tan poco a sus trabajadores? ¿Tú podrías mantener una familia con 850 soles al mes? El salario mínimo tiene que subir, ya no se trata de teoría económica sino de paz social. Y la informalidad se combate con un Estado más fuerte que cumpla su papel de fiscalización laboral.
A: ¿Realmente crees que el bienestar de los trabajadores se arregla con un Estado policiaco que persiga a los empresarios? La única manera que se conoce para elevar el salario real de los trabajadores en el tiempo es elevando su productividad y para eso hay que mejorar la capacitación de la mano de obra. Todo lo demás es demagogia…
M: Aquí no hay demagogia, estamos claros en que el salario mínimo tiene que tener una correspondencia con la productividad del trabajador, es innegable. La fijación del salario mínimo debe responder a reglas predefinidas, transparentes, de índole técnico y no político.
A: En eso último es lo único en que concuerdo contigo Maynardo.
M: Por eso espero que PPK cumpla sus compromisos y anuncie que subirá el salario mínimo a S/ 950 antes del fin de año.
A: Parece que no nos entendemos…