El PAD de la Universidad de Piura y el diario Gestión llevaron a cabo la XX Mesa Redonda: “Transformación Digital”, en la que cuatro expertos analizaron esta tendencia en las organizaciones, incluyendo las exigencias tecnológicas que demanda y el rol de las personas en el proceso de adopción, contemplando tanto a los directivos, colaboradores, clientes y demás stakeholders. En ese sentido, se definió qué es lo que se entiende por “transformación digital” y de qué manera ha afectado a nuestra vida cotidiana.
_*Selma Viacava*
Gerente principal hr Business de Scotiabank Perú_
No es novedad que el celular se ha convertido en nuestra vida. Nuestra interacción con este aparato ha cambiado tanto que ahora queremos hacer las cosas desde cualquier lugar y a cualquier momento. Eso me lleva a pensar que una transformación digital no queda solo en asumir nuevas tecnologías sino nuevos métodos para hacer las cosas.
Cuando trabajas con equipos diversos debes ver temas como la inclusión, flexibilidad de horarios, trabajo desde casa, espacios colaborativos. Todos estos cambios que pueden iniciar con temas digitales, como nuevas técnicas de trabajo como slams o design thinking, luego van mucho más allá, porque tienen que ver con la manera en cómo nos manejamos. Y eso significa un cambio cultural, que es mucho más profundo que un cambio tecnológico.
Hernán Corso
Socio de 360 Consulting
Podemos entender la transformación digital pensando en el dibujo de un iceberg. La punta, que es lo que todos vemos, es el cambio tecnológico. Sin embargo, todo el mundo sabe que la mayor parte del iceberg está debajo del agua, y eso vendría a ser el cambio cultural. Es decir, el cambio en la forma de trabajo, en los negocios y en las competencias de las personas. Las tecnologías emergentes se basan en la capacidad del procesamiento de información, pero la aplicación de eso es infinita y diferente en cada industria.
Tenemos la impresión 3D, por ejemplo, que ahora permite imprimir metales en lugar de fundirlos. Todo este cambio implica nuevas formas de razonamiento y de industria, que no van a lograrse si no vienen con un cambio importante desde abajo.
Hugo Alegre
Profesor del área de Política de Empresa del PAD
La transformación digital es un vocablo que está mucho en boga, pero sería bueno ponernos de acuerdo sobre qué significa. La conclusión a la que he llegado después de investigar es que la podemos resumir en una evolución o revolución que se da en la sociedad y en las empresas sobre la base de cinco tecnologías disruptivas: la tecnología del móvil, el cloud, big data, las redes sociales y la Internet de las cosas.
Estas son las grandes tecnologías que, dicho sea de paso, si una de ellas hubiera emergido por encima de todas, ya se hubiera dado una transformación importante en la sociedad y en las empresas. Pero se han dado simultáneamente y eso es lo interesante.
Una de las cosas que caracteriza a esta dinámica de transformación es, justamente, una constante innovación. Mientras hablamos son muchas las fronteras que se van difuminando y dando paso a nuevas propuestas.
Sergio Almallo
Consultor en transformación digital e innovación
Se podría decir que nuestra relación más íntima es con el teléfono más que con nuestros seres cercanos. Solemos chequear el celular 230 veces al día. Por ello, esperamos que todo suceda en un contexto tecnológico y eso cambia muchas cosas. Los consumidores se han vuelto ‘redes de consumidores’. Antes los círculos sociales eran más pequeños y tenían una influencia más cercana. Hoy, estos círculos están omnipresentes e interactúan de manera inmediata.
Estamos hiperconectados y eso cambia totalmente la forma en cómo uno se relaciona y cómo va trazando información sobre su vida. Todo lo que realizas se queda registrado en las distintas redes sociales. Eso, de alguna manera, hace que las empresas también puedan influenciar de forma más directa en las decisiones de los consumidores.
Por otro lado, otra de las cosas que creo que va a ir cambiando en el mediano plazo con la transformación digital es el transporte. Volvo anunció que en el 2019 dejará de fabricar autos de combustión interna. Eso me parece muy fuerte, te hace sentir que conducir un auto ahora es anticuado.
Inevitablemente tendremos un momento en el que convivirá lo “nuevo” con lo “antiguo”, y por más que pienses que lo nuevo no va a imponerse, sucederá. Eso implica otra realidad, puede que no te des cuenta que tu modelo de negocio se está volviendo obsoleto y cuando lo hagas sea muy tarde para cambiar.