¿Cómo conseguir una relación armónica entre el rol familiar y laboral?

Aunque se considere ambos aspectos como irreconciliables, es posible hallar un punto de equilibrio entre los dos planos. Las habilidades, destrezas y actitudes desarrolladas en un ámbito pueden aportar en el otro, y viceversa.

En las últimas décadas, profesionales de diversos sectores se han dedicado a imponerse nuevos retos para alcanzar reconocimiento en su campo laboral, la búsqueda de constantes desafíos para desarrollar una destacada línea de carrera ha conllevado a que las personas aplacen la fecha para formar una familia.

Mientras tanto, quienes cuentan con una familia consolidada se enfrentan a un desafío mayúsculo: lidiar con ambos aspectos de su vida, sin descuidar ninguno de ellos.

Para Mary Rodríguez Castro, consultora organizacional de Perfil, en general, las personas consideran que poner más dedicación en el plano laboral implica descuidar a los miembros de la familia, y viceversa. De ese modo, se tiene la sensación de permanecer entre la espada y la pared.

No obstante, según la especialista, si se asume desde una perspectiva más abierta la diversidad e interrelación de funciones desde el rol personal y profesional, es posible darse cuenta que el trabajo también puede enriquecer la experiencia de la vida familiar, y caso contrario.

Las habilidades, destrezas y actitudes desarrolladas en la esfera laboral, hasta los recursos materiales que obtenemos de ella, y otros aspectos positivos pueden aportar al ámbito familiar, y viceversa. “Son sobretodo la satisfacción, seguridad y habilidades de interrelación las que podemos trasladar de un plano al otro”, sostiene Rodríguez Castro.

La consulta de Perfil brinda algunas recomendaciones para encontrar un punto de equilibrio entre ambos aspectos:

A nivel personal:
Claridad de objetivos. Tener objetivos claros y un plan estratégico definido nos ayudará a determinar si estamos en el lugar y el momento adecuado. Es indispensable desempeñarnos en un lugar que nos haga sentir satisfechos, y cuyos objetivos se encuentren alineados a los propios.
Organizarse es la clave. La capacidad de organización es uno de los aspectos importantes a desarrollar al momento de dar prioridad a las distintas tareas que realizamos en ambos terrenos.
Calidad antes que cantidad. Si bien son más horas las que pasamos en el trabajo, es importante desarrollar actividades junto con la familia en los tiempos libres.

A nivel organizacional:
Jornada laboral. El respeto del horario de trabajo no solo debe venir por parte del trabajador sino también de la empresa. Es fundamental crear una cultura organizacional en la que se valore el desempeño de la persona dentro de la jornada laboral y no fuera de ella.
Planes vacacionales. Crear políticas de trabajo en las que se respete el tiempo de vacaciones asignado a cada trabajador, y en las que se incentive a tomarlas a su tiempo.
Programas de incentivos y recreativos. Si el trabajador se siente motivado y satisfecho con su trabajo, lo trasladará al ámbito familiar, y repercutirá en un mejor desempeño. Velar por el desarrollo de las personas hoy en día se ha vuelto factor clave para el desarrollo de las organizaciones.

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