¿Cómo te ayuda un mentor para impulsar tu 'start up'?

Experiencia, confianza y contactos… son algunos de los aspectos en los que un mentor te ayudará para lanzar tu negocio. Asegúrate de que cree en la idea y que no busca un beneficio económico inmediato.

Confianza y experiencia son dos aspectos que todas las start up quieren en sus momentos iniciales para despegar con fuerza, algo que puede ofrecer un mentor. En el mundo emprendedor, esta figura está cada vez más asentada y proporciona a los nuevos creadores de empresas la seguridad para dar sus primeros pasos y mejorar su posicionamiento. Pero, al mismo tiempo, los emprendedores tienen que cuidar mucho si ese padrino de verdad cree en el negocio y es altruista.

“En general, en el mercado nos podemos encontrar con mentores que han tenido éxito con sus propias compañías y ahora ofrecen su experiencia a los demás, y profesionales que desde las escuelas de negocio apoyan las nuevas ideas. Los primeros aportan una visión más práctica, mientras que los segundos son más técnicos. Lo ideal es dar con una mezcla de ambos, un perfil que sobre todo se puede encontrar en las aceleradoras e incubadoras”, asegura Rodolfo Carpintier, presidente de DaD.

Relación

La clave de una buena relación es que la empresa esté en el centro de todas las conversaciones, que se trabaje por objetivos y que el mentor empatice con los retos a los se enfrenta al emprendedor. “Muchas veces se están aprovechando, hay algunos que viven de esto sin haber estado en fuego real”, añade Iñaki Arrola, fundador de Coches.com.

Para que el emprendedor pueda identificar a su guía ideal la mejor forma de hacerlo, y al mismo tiempo la más sencilla, es preguntar a los creadores de otras empresas que haya mentorizado. “Es clave confirmar que el experto dispone de experiencia y de un profundo conocimiento sobre las áreas más relevantes para el emprendedor. Y además debe haber química entre ambos. Si el mentor tiene disponibilidad para la empresa y el emprendedor buena actitud para escuchar, todo es más sencillo”, explica Sofía Benjumea, directora de Campus Madrid de Google.

Ayuda
Al fin y al cabo la principal función de un mentor es la de ayudar a los emprendedores en cuestiones concretas compartiendo sus conocimientos y contactos -como otros compañeros del sector, inversores, clientes o líderes de opinión-. No se trata sólo de que cumpla con las funciones ejecutivas, sino que también entienda todo el proceso y la evolución de la start up.

Así, las aportaciones de este experto se suelen centrar en las áreas que tienen que ver con la estrategia de financiación, ventas, expansión internacional y márketing. Es clave que el emprendedor sepa qué tipo de ayuda le conviene más, si necesita una visión general o algo más puntual para desarrollar una parte de su negocio. “Depende de las necesidades de la start up. Por ejemplo, si la asistencia se va a centrar en la figura del CEO conviene que se trate de un profesional de referencia con experiencia en otras áreas. Normalmente suele ser otro emprendedor. Si la ayuda se va a centrar en otras áreas, como en márketing, es mejor contar con un experto muy especializado en ese apartado. Y si ya se trata del desarrollo del producto, es imprescindible que conozca profundamente el sector”, asegura Jorge Dobón, CEO de Demium Startups.

Participación¨
La relación puede durar desde dos o tres meses hasta dos años, y para que el apoyo se formalice el contacto debe ser constante y como mínimo celebrar una reunión al mes. Con el tiempo el mentor puede llegar a adquirir un porcentaje de la empresa, que suele ser entre el 0,5% y el 1%, o contar con algún tipo de descuento en las rondas de financiación, e incluso llegar a formar parte del equipo.

Aunque a priori los mentores no invierten dinero, muchos de ellos también ejercen de business angels. En este sentido, los emprendedores también deben tener cuidado. Hay muchos inversores que se hacen pasar por mentores y que no aportan capital hasta que la start up adquiere las directrices que ellos quieren. Normalmente, se suele tratar de aquellos que desean obtener beneficios muy pronto y que no tienen capacidad para aportar su experiencia a la nueva empresa.

Otra cosa es que una vez consolidada la relación, decida invertir en la empresa. “Que los mentores pongan dinero y se conviertan en inversores también es importante. De hecho, así me ha sucedido a mí cuando creé la incubadora. Significa que se están implicando a un nivel mayor y siguen apostando por el negocio”, concluye Dobón.

Diario Expansión de España
Red Iberoamericana de Prensa Económica (RIPE)

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