Creador de LinkedIn aspira a ser el rey de los cazatalentos

Reid Hoffman es emprendedor e inversor. Su mayor éxito es la creación de LinkedIn, la red más profesional entre los medios sociales, que disputa la supremacía del negocio de la selección a los propios cazatalentos.

Reid Hoffman, uno de los creadores de la red social LinkedIn.
Reid Hoffman, uno de los creadores de la red social LinkedIn.

“Empleados y empleadores suelen mentirse unos a otros. Normalmente, tu jefe te da una educada y cálida bienvenida cuando llegas el primer día al trabajo, pero pronto descubres la verdad de los recursos humanos: estás en periodo de prueba, y te pueden despedir en cualquier momento”…

Esto lo dice Reid Hoffman (Stanford, 1967) en The Alliance: Managing talent in the networked age, uno de sus libros. Hoffman es uno de los emprendedores mejor conectados de Silicon Valley, por algo es el fundador de LinkedIn, la red que obligó a apellidar como profesional a ciertas redes sociales.

Pionero de la ‘afinidad’. Antes de fundar LinkedIn en el 2003, Hoffman trabajó en Apple y Fujitsu, y en 1997 creó SocialNet, una web de citas. Quizá ahí empezó su interés por buscar la relación perfecta entre candidatos a un puesto y empleadores… Ya se sabe que el dominio de la afinidad -del que presumen algunas plataformas de contactos online- es hoy una materia prima muy cotizada en los portales de empleo y empresas de selección, que buscan minimizar el error en cada búsqueda.

Además, Hoffman se unió al equipo directivo de PayPal, pues Peter Thiel y su socio Max Levchin le convencieron para ser vicepresidente ejecutivo encargado del desarrollo del negocio. Thiel había sido compañero suyo en Stanford.

Hoffman vendió su participación a eBay, y los ingresos obtenidos con esa operación le ayudaron no solo a crear LinkedIn, sino a convertirse en business angel. Lo ha sido ya en más de 80 compañías tecnológicas, entre las que se pueden citar Facebook, Zynga o Digg.

También gestiona empresas, y es miembro de los consejos de firmas como Mozilla o Zynga.

Un nuevo agente. Hay quien dice que la idea de crear LinkedIn le vino a Hoffman por el hecho evidente de que todo el mundo se estaba convirtiendo en un agente profesional libre. El fundador de la red profesional ha escrito que “en una era en la que las compañías deben ser cada vez más flexibles para lograr el éxito, éstas esperan lealtad de sus empleados, pero no proporcionan de forma recíproca ni seguridad laboral ni desarrollo de carrera. Muchas tratan a sus profesionales como commodities a corto plazo. Y la respuesta de los empleados suele ser abandonar la organización en cuanto se presenta una oportunidad laboral”. Cuando esto se produce, ahí están Reid y su red profesional de candidatos que se muestran dispuestos a cambiar de trabajo.

LinkedIn, que cuenta hoy con más de 430 millones de miembros en 200 países, aportó desde sus inicios algunas novedades que han hecho distintiva a esta red profesional: para empezar, es diferente a las bases tradicionales de datos que los departamentos de recursos humanos estaban utilizando desde hacía muchos años, porque en este caso son los usuarios quienes se venden a los posibles empleadores, y pueden modificar sus currículos.

A esto se añade que LinkedIn ha introducido un cambio en el enfoque de los cazatalentos.

Y algo más: una de las principales ventajas que ofrece a los headhunters es que la mayoría de sus miembros no busca un nuevo trabajo de forma activa. Son los llamados candidatos pasivos, a los que cada vez más empleadores buscan de forma proactiva para contactar. Son profesionales que pueden permitirse el lujo de no hacer nada y esperar a que el trabajo llame a su puerta.

En realidad, los candidatos top pueden ser mucho más pasivos en la búsqueda de un trabajo ideal, porque saben que los reclutadores contactarán con ellos. De la misma manera que tu smartphone permite que seas localizado gracias al GPS sin que te des cuenta, hay profesionales que están online y en las redes sociales y están enviando información sobre ellos constantemente. Van dejando “miguitas” en las redes sociales, y ese rastro es el que siguen las empresas para conocer sus gustos, capacidades y actividades.

Ir por delante. Además de la compra de Lynda.com, Hoffman ha propiciado numerosos proyectos para que LinkedIn vaya por delante de los cambios vertiginosos en el mercado laboral:

Una de estas iniciativas de LinkedIn es una herramienta para contratar copias de los empleados estrella, que permite a los gestores seleccionar a los trabajadores que les gustaría replicar. Así, cuando se realiza una búsqueda utilizando un perfil de un compañero de trabajo estrella, el reclutador analiza el título del puesto, la ubicación, las habilidades y la educación en su perfil para construir una secuencia de búsqueda y encontrar miembros con un perfil profesional similar.

A esto se añade que LinkedIn permite observar la trayectoria de nuestros alter ego profesionales para afinar la búsqueda y conocer nuestras capacidades necesarias.

Con Interactive Fact Checking System, la red profesional monitoriza, procesa y comprueba automáticamente la información que se vuelca. Se trata de un detector de mentirosos (aún hay quien miente en el currículo, aunque esto ya no tenga demasiado sentido), ya que la red profesional pretende evitar que sus usuarios presuman de lo que carecen.

ProFinder es un marketplace para identificar trabajadores freelance “de cuello blanco”. Sólo en el mercado estadounidense ya ha validado a 50.000 profesionales en sectores como arquitectura, contabilidad, inmobiliarias o diseño.

Un nuevo protagonista en la selección
En abril del 2015 LinkedIn adquirió la plataforma de formación Lynda.com por casi 1,400 millones de euros. No se trataba de una compra cualquiera. Era una señal evidentede que algo estaba cambiando en el negocio del reclutamiento.

La operación no sólo hizo que la red profesional pasara de ser un simple ‘pool’ de talento para convertirse en algo más, que añade formación y ayuda a los candidatosa cualificarse.

Sarah Harmon, directora de Talent Solutions para España y Portugal de LinkedIn, explicaba recientemente a EXPANSIÓN que “la adquisición de Lynda.com sirvió para cubrir los huecos entre la oferta y la demanda de talento. Los nuevos perfiles que demandará el futuro escenario laboral no serán cubiertos únicamente con las nuevas generaciones. Los profesionales actuales también podrán ocuparlos a través de la formación en las habilidades más demandadas por el mercado”.

Todo esto tiene que ver con una tendencia definitiva en el negocio del reclutamiento: la brecha que existe entre lo que sale de las universidadesy lo que necesitan realmente las compañías, provoca la necesidad de adaptar los perfiles delos candidatos a las exigencias de esos puestos en determinadas organizaciones. Ya no basta con identificarlos y seleccionarlos sino que se impone una especie de tuneo profesional que adecue a los profesionales a cada posición concreta.

LinkedIn quedó en su día bien posicionado para responder a esta tendencia. Algo que también han entendido otros agentes en este mercado: cazatalentos o empresas de selección incrementan sus labores de consultoría para capacitar a los candidatos y que éstos resulten adecuados.

Diario Expansión de España
Red Iberoamericana de Prensa Económica (RIPE)

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