Los jefes no solamente deben preocuparse por el correcto desempeño profesional de sus empleados, también deben motivar y ayudar a sus trabajadores a desarrollar sus capacidades, aptitudes y potencialidades. Para ello, resulta necesario fomentar espacios emocionales donde los miembros de un equipo liberen el talento que poseen.

Esta forma de encabezar equipos de trabajo está relacionada con la mentalidad de los emprendedores, puesto que no solo son capaces de generar proyectos de negocios innovadores.

Conozca algunos consejos y argumentos que sostienen esta afirmación, según Expansión.com

Transmisores de pasión. El emprendedor descubre lo que ama para iniciar un negocio, consigue transmitir esa pasión a sus empleados para poner en marcha su proyecto. De esa manera, la empresa estará impulsada por una fuerza casi imparable. La gestión emocional del emprendedor (en este caso, el jefe) es fundamental para mantener el norte de la empresa. El líder emprendedor debe invertir tiempo en conocer y atender a sus colaboradores, escucharlos.

Creadores de buenos equipos. El emprendedor debe poner las bases para ser un buen líder. Es importante mantiener la convicción de que su equipo es bueno, para que éste termine siéndolo. Para ello, procure seleccionar a los mejores.

Generadores de oportunidades. El emprendedor contrata a la gente que trabaja con él, de manera que debe confiar en que ésta haga bien su trabajo. Es necesario que le otorgue flexibilidad para que desarrolle sus proyectos, también debe dar lugar a las iniciativas de los trabajadores. Los buenos emprendedores permiten crear y pensar a sus empleados. Los líderes no solo controlan, también fomentan espacios y delegan responsabilidades.

Favorecer la transparencia y el entusiasmo. El líder emprendedor se comporta como un miembro más del equipo y transmite un objetivo común al resto. La comunicación es fluida, horizontal, transparente, directa y respetuosa. El equipo nota las expectativas de su superior, y encuentra en él un referente.

Resolución de conflictos intergeneracionales. El buen emprendedor considera las opiniones de todo su equipo. Sabe involucrar a cada miembro en la labor diaria, aprovecha su experiencia, su conocimiento, su energía y su creatividad.

Un líder de acción. La acción es uno de los aspectos que definen la mentalidad del emprendedor. Por eso, el liderazgo debe estar basado en la toma de decisiones, en la acción y en la toma de control de la situación. El líder emprendedor debe reducir los problemas a lo realmente importante y tomar decisiones asumiendo las consecuencias de sus ideas.