El trabajo puede ponerse ‘pesado’ y estresante. No hay manera de evitarlo. No se sienta intimidado. Aproveche la oportunidad de demostrar su liderazgo y avanzar en su carrera profesional.

Este artículo del portal de la revista estadounidense Forbes comparte tres simples maneras de impresionar a su jefe cuando la presión aumenta en el trabajo.

1. Priorizar
Lidiar con el caos en el trabajo se reduce en saber elegir. Tienes muchas tareas que hacer. ¿Qué vas a hacer primero? ¿Qué se puede dejar para después?

Piense en lo que su jefe necesita primero y los plazos más cercanos. Sheryl Sandberg, COO de Facebook, dice que maneja su tiempo con “despiadada priorización”. Siga su ejemplo y priorice sin piedad. Anote todo el trabajo que tiene, enumere sus tareas en orden de prioridad y luego agrupe las que son similares. Asegúrese de centrarse en lo que es importante.

Los líderes toman decisiones y actúan. Esta es su oportunidad para mostrarle a su jefe sus habilidades para tomar decisiones.

2. Hable con su jefe
Lo último que usted quiere hacer es enterrarse bajo una montaña de trabajo y no mantener comunicación con sus colegas. Comuníquese regularmente con su jefe. Para asegurarse de que ambos están en el mismo camino, comparta con su gerente lo que ha priorizado para así obtener sus comentarios.

Los líderes se comunican, así que demuéstrele a su gerente que usted puede hacerlo. Haga preguntas, sobre todo si su jefe no brinda mucha información o si sus prioridades no están del todo claras. Si necesita orientación y ayuda para definir las prioridades, haga preguntas acerca de cómo tal o cual proyecto se relaciona con los objetivos empresariales generales de la organización y si un proyecto está vinculado a otros con plazos cortos. Sus prioridades pueden cambiar. En lo que usted está enfocado puede cambiar y fluir mientras continúa comunicándose con su gerente. No corra el riesgo de darse cuenta de que ha perdido su tiempo y energía en un proyecto menos importante.

3. Respete su horario normal de trabajo (al menos la mayoría de veces)
Cuando la presión aumenta en el trabajo, es fácil priorizar el trabajo sobre el bienestar personal. No lo haga. En primer lugar, el trabajo es una maratón, no una carrera de velocidad. El trabajo siempre estará allí, así que identifique un ritmo que le permitirá mantener su productividad y eficacia. En segundo lugar, evite proyectar una imagen que usted es un esclavo de su trabajo. Su gerente puede apreciar su compromiso con su empleo pero puede cuestionar su capacidad de manejar más responsabilidades.

Es posible que de vez en cuando tenga que quedarse más tarde o llegar más temprano al trabajo. Pero no lo haga un hábito. Los líderes tienen límites. Establezca límites, y respételos como los otros principios que le ayudan a tener la calidad de vida que desea.

Los periodos de mucho trabajo requieren medidas de liderazgo. Sea decisivo, comunique y establezca límites. Tiene la capacidad de controlar el caos y brillar como el profesional que es. La próxima vez que entre en un momento estresante en el trabajo, aproveche la oportunidad de demostrar su liderazgo.