Para demostrarle al encargado de recursos humanos de que usted cuenta con todas las competencias requeridas para el puesto, siga los siguientes pasos para lograr el éxito en la entrevista y conseguir ‘vencer’ al entrevistador:
Ambos están en un mismo nivel.
No, el entrevistador no pretenderá desbaratar todos sus argumentos ni procurará desestabilizarlo para que su exposición -sobre las aptitudes, habilidades y competencias que tiene para el puesto- se eche a perder al estilo de un castillo de naipes. No coloque usted mismo piedras en el camino, cuando ni siquiera ha comenzado a andar. Solo tenga en cuenta de usted y su entrevistador estan en un partido de tenis en el que cada uno defiende su pista.
Él tiene información de usted, haga lo mismo.
La información es poder. El encargado de recursos humanos no solo tiene su Curriculum Vitae, es muy probable que haya visitado su perfil en LinkedIn y revisado su actividad en redes sociales. Por su parte, usted debería hacer lo propio. Es decir, hacer un análisis de la empresa, su cultura empresarial, el puesto al que está aspirando y la proyección del mismo. Evite que la entrevista se convierta en un peloteo de pregunta-respuesta, haga que sea una conversación entre dos personas.
Defienda sus posibilidades.
Durante el transcurso de la entrevista, es inevitable que la persona encargada lleve la iniciativa, sobre todo en cada una de las preguntas que hará para conocerlo en profundidad. No se deje intimidar. Lo que tomará en cuenta la otra parte es la manera en que usted elabora sus razonamientos, la exposición de los mismos, la calidad de lo que transmite y cómo lo hace.
No permita que el silencio lo debilite.
Al pretender conocer el grado de credibilidad que usted tiene, el reclutador buscará cuestionar, de alguna u otra manera, lo que ha transmitido con absoluta firmeza. ¿De qué manera? Quizá con un silencio. No caiga en el error de alimentar ese espacio con un sinfín de ideas que sólo debilitarán lo argumentado con anterioridad. Limítese a añadir con precisión algo más.
Pregunte.
El candidato que aspira a una oferta de trabajo también tienen la posibilidad de convertirse en entrevistador por unos segundos. Por tanto, no dude en formular sus propias preguntas. Si pretende despejar algunas dudas en relación al salario u posibles horarios, tenga por seguro que ello lo dejará casi fuera. Ponga de manifiesto su interés en el puesto y la compañía. Es decir, pregunte sobre los retos que le esperarían en esa posición, qué resultados espera conseguir la firma con respecto al departamento en cuestión, etc.
Acredite todo.
Lleve documentos que sustenten los títulos que ha obtenido. Quizá su entrevistador prefiera no solicitar dichos papeles, pero más vale ir prevenido. De esa manera, podrá encontrar un respaldo a lo que usted esta exponiendo.