La competencia entre las empresas y marcas es cada vez más fuerte. Es por ello, que los profesionales que demandan las compañías deben cumplir con ciertas habilidades y competencias, que van más allá de sus conocimientos y experiencia.

Pero ¿qué encontramos en el mercado peruano? Juan Lizárraga, director de ManpowerGroup Perú explica que existe una paradoja entre la demanda laboral y la escasez de talento.

“La escasez del talento básicamente tiene su causa en el no alineamiento de la demanda. ¿Cómo puede haber una escasez si a la vez un desempleo? La demanda requiere de ciertas habilidades, capacidades, talento duro o talento blando pero la fuerza laboral no está en capacidad de cubrir adecuadamente esa demanda”, refiere.

De acuerdo con el estudio Human Age 2.0, publicado recientemente, estamos en una era en la que el talento supera al capital como principal elemento diferenciador dado que hoy en día, como primer punto, el profesional tiene mayor capacidad de elección y deciden dónde quieren trabajar o si prefieren ser dueños de su propio negocio.

Como segundo punto está el avance de la tecnología y la inmediatez con que recibimos información; y un tercer punto está relacionado con la innovación de las empresas, “que ofrecen distintos tipos de productos, nuevos tipos de servicios y nuevos ciclos de vida”.

Entonces para lograr que una empresa esté al día en temas de tecnología e innovación es necesario contar con profesionales de alta calidad. Lizárraga, resalta que la escasez de talento impacta fuertemente a las empresas y que muchas de ellas terminan contratando al ‘mal menor’ por la falta de talentos.

“Pero al hacer esto vamos a tener problemas de desarrollo de trabajo por los clientes insatisfechos u objetivos no cumplidos. El reto de las empresas es volverse cada vez más atractivas, lo que llamamos la marca del buen empleador. Debe de ser una empresa suficientemente atractiva para atraer al buen talento y una vez que lo trae, debe saber retenerlo”, sostiene.

¿Qué buscan las empresas? En los últimos años, son otras las competencias vienen hacer tanto o más importantes que el conocimiento o la experiencia. A esta se les conoce como las competencias blandas relacionadas con la inteligencia emocional, capacidad de liderazgo, trabajo en equipo, capacidad de resiliencia, etc.

“Las capacidades blandas son muy importantes porque las organizaciones no priorizan los talentos excepcionales, sino que -además – priorizan el trabajo en equipo. Las empresas necesitan a personas que tengan talento duro pero que a la vez que sean capaces de interactuar con sus pares, con sus subordinados y sus superiores”, puntualizó.