Trabaje como Obama: Diez secretos de gestión del empleo más difícil del mundo

El enfoque moderno de Barack Obama ante las presiones de la vida presidencial sirve de guía sobre cómo manejar mejor el estrés y las responsabilidades en su día a día. Este artículo de LinkedIn extrae diez enseñanzas.

Barack Obama (Foto: Reuters)
Barack Obama (Foto: Reuters)

Viendo las fotos de Barack Obama practicando kitesurf en la isla privada del multimillonario Richard Branson en el Caribe, es evidente que pocas personas tendrán la oportunidad de vacacionar como el expresidente de Estados Unidos. Pero al examinar los hábitos cotidianos que Obama desarrolló durante sus ocho años en uno de los entornos laborales más intensos del mundo, todos podemos aprender a trabajar como él.

Ya sea usted un profesional creativo, un empresario en crecimiento o un experimentado CEO, estudiar el enfoque moderno de Obama ante las presiones de la vida presidencial, le proporcionará información sobre cómo manejar mejor el estrés y las responsabilidades en su día a día, escribe Ryan Coonerty en su artículo publicado en LinkedIn.

1. Ponga su cuerpo a trabajar.
Obama comenzaba la mayoría de días de su mandato con 45 minutos en el gimnasio, alternando entre levantamiento de pesas y cardio. Era una manera de despejar su mente y prepararse para la larga jornada, especialmente luego que se alejó de la cafeína. Obama le dijo al periodista Michael Lewis: “Tienes que hacer ejercicio, o en algún momento vas a colapsar”.

Lección: Aunque no es necesario ejercitarse apenas uno despierte, todos debemos incorporar el ejercicio en nuestras vidas. Los estudios demuestran que este hábito ralentiza el envejecimiento y mejora la cognición, entre una serie de otros beneficios.

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2. Priorice las decisiones importantes.
Si revisa las fotos de Obama durante el transcurso de su presidencia, notará que usualmente lleva un traje azul o gris. Siguiendo los últimos descubrimientos de neurociencia, el expresidente de EE.UU. intentó sacar de sus prioridades todas las pequeñas decisiones que uno toma en el día a día (por ejemplo, qué vestir y comer) para evitar la “fatiga de tomar decisiones” y tener más energía para decidir sobre lo que es clave en la conducción de un país.

Lección: Forme hábitos y rutinas que eliminen las decisiones minúsculas e inconsecuentes de su cabeza, para así poder concentrarse en lo importante.

3. Comprenda cómo piensa usted y los demás.
Obama recomendó leer el libro de Daniel Kahneman sobre la toma de decisiones, Thinking Fast, and Slow, para entender mejor por qué y cómo la gente toma decisiones. En el libro, Kahneman, un psicólogo ganador del Premio Nobel, explica los pros y los contras entre seguir tu instinto (como George W. Bush) y pensar bien las cosas (como Obama).

Lección: Conocer sus prejuicios y enfoques le permite tomar mejores decisiones y entender la mentalidad de sus competidores, socios y empleados.

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4. ‘Dividir’ para sobrevivir.
Obama se convirtió en un maestro a la hora de dividir su tiempo y centrarse en el curso de su presidencia. No hay mejor ejemplo de esta habilidad que la Cena de Corresponsales de la Casa Blanca en el 2011, donde, justo antes de que Obama se levantara para bromear sobre unos comentarios de Donald Trump, él acababa de ordenar la incursión para capturar a Osama Bin Laden.

Lección: Tenga la disciplina para dividir los desafíos y roles que usted necesita cumplir en su vida profesional.

5. Busque consejos.
Obama es conocido por recurrir a expertos de una amplia gama de disciplinas, como Reid Hoffman, John Doerr y Malcolm Gladwell, quienes lo asesoraron sobre temas de gobierno y demás. Y aunque no todos tenemos la capacidad de tener reuniones con escritores famosos e inversores de riesgo, sí podemos consultar a nuestras redes para obtener diferentes perspectivas y estrategias.

Lección: Amplíe y nutra su red de contactos.

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6. Comunique las decisiones de forma clara.
Obama utilizó un sistema de memorándum con sus asistentes, en el que la mayoría de ellos tenía tres opciones: estar de acuerdo, en desacuerdo, o discutir el tema. Declarar de manera clara y concisa sobre cómo se sentía sobre cada tema permitió al expresidente comunicar sus decisiones a su personal con mayor eficacia.

Lección: Si usted tiene personas que dependen de sus decisiones, asegúrese de tener claro cuál es su decisión y cómo la comunica.

7. Prepárese y sea puntual.
A diferencia de otros presidentes de EE.UU., rara vez hubo un memorando que pase por el escritorio de Obama sin ser leído. El asesor económico de Obama, Larry Summers, afirmó que si alguien tenía una reunión con el expresidente y le había enviado una nota, era seguro que Obama había leído y entendido el documento, y no le gustaba que el autor tratara de explicar el tema. Obama comenzaba y terminaba sus reuniones a tiempo.

Lección: El tiempo es su recurso más valioso. No pierda el suyo o el de los demás debido a una falta de disciplina y expectativas.

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8. Dedique tiempo a la familia.
Casi todas las noches durante su mandato presidencial, Obama se reunía con su familia a las 6:30 p.m. para cenar, a pesar de las crisis emergentes en todo el mundo. Obama se sentaba con sus hijas y la Primera Dama para saber cómo les fue en el día y relajarse.

Lección: Si el presidente puede hacer tiempo para su familia, también podemos el resto de nosotros.

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9. Enfóquese en su cliente.
Los buenos empresarios saben que la mejor manera de hacer evolucionar una empresa o un producto es no solo escuchar a su personal, sino, lo más importante, a los propios usuarios finales. Obama les pidió a sus asesores que busquen en su correo diez cartas que él leería cada día.

Lección: Conozca a sus clientes y desarrolle estrategias para asegurarse de escucharlos sin importar cuán alto sea su rango o posición.

10. Busque un tiempo libre.
Tal vez sea de madrugada o entre tarde y noche cuando usted finalmente puede atender esas actividades acumuladas en su lista de tareas pendientes, pero para Obama, el autoproclamado “hombre nocturno”, las primeras horas del día eran su momento libre de distracción en uno de los salones de la Casa Blanca. Allí, él podía tomarse un tiempo para mejorar sus discursos, mirar ESPN u otro pasatiempo. También comenzó a leer ciencia ficción e historia, lo que le dio perspectiva y un escape de la rutina diaria.

Lección: Encuentre tiempo todos los días para alejarse del trabajo, rejuvenecer y poner su mente en un espacio diferente.

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