Los reclutadores emplean cada vez menos tiempo para leer los currículos de los postulantes. Hace algunos años, al menos, le dedicaban el tiempo que duraba una canción corta, pero hoy, con suerte, toman unos veinte segundos, de acuerdo a especialistas.
Augusto Cáceres, decano de la Facultad de Negocios de la UPN, explica que el tiempo, en ocasiones, también puede multiplicarse: “Una persona dedicada a reclutar personal puede tomar hasta unos cuantos minutos, siempre y cuando ese currículum lo amerite”.
Y en este lapso, los CV no suelen ser revisados íntegramente: apenas se observan los tres primeros párrafos que hablan de la vida laboral.
“Lo importante es detectar los mensajes que el CV generan en el reclutador y tomar el tiempo necesario para analizarlo”, comenta César Rovegno, profesor de la Escuela de Postgrado de la Universidad del Pacífico.
Además, la huella digital es importante para las empresas, por lo que los últimos meses de actividad en Twitter, Facebook o LinkedIn pueden ser examinados. Y es que estas plataformas ayudan a tener una valoración completa del perfil y a contrastar la información brindada en el CV. Así, lo ideal es gestionar una marca personal sólida en todas las redes.