Santiago (Reuters).- Los trabajadores en huelga de la mina Escondida en Chile mantenían el jueves bloqueados los accesos a instalaciones del mayor yacimiento mundial de cobre, pese a intentos de la empresa por reactivar algunas operaciones, en un conflicto que suma 35 días sin luces de una pronta solución.

La minera controlada por BHP Billiton dijo esta semana que buscaría retomar progresivamente labores ante la negativa del gremio de más de 2,500 trabajadores a volver a las negociaciones.

Pero los huelguistas impidieron en la víspera el acceso a Coloso, el puerto de la firma al sur de la ciudad de Antofagasta, y la Federación Minera de Chile -que agrupa a los gremios de minas privadas en el país- acusó a la empresa de amedrentar y provocar a sus trabajadores.

“No puede ser que aún estando en un proceso de huelga legal, continúen los abusos de parte de los supervisores, quienes actuaron de manera agresiva en contra de los trabajadores que se encuentran en puerto Coloso”, dijo la entidad en un comunicado.

En tanto, el presidente de Minera Escondida, Marcelo Castillo, dijo a un diario local que insistirán en entrar al puerto y posteriormente a las faenas, ubicadas en el desierto de Atacama, a 170 kilómetros al sureste de Antofagasta.

Sin embargo, el ejecutivo admitió que “en la medida que no podamos acceder a las áreas operativas, la suspensión parcial de actividades es un escenario factible” en la mina, que produjo poco más de un millón de toneladas en el 2016.

Escondida, que BHP controla en un 57.5%, declaró fuerza mayor en sus despachos y había decidido hasta esta semana no intentar operar el yacimiento con reemplazos, alegando razones de seguridad.

La huelga en Escondida, junto con otras grandes minas en Indonesia y Perú, están ejerciendo presión alcista sobre el precio del cobre en los mercados internacionales.