Estamos entrando en un 2014 donde, en temas de financiamiento, las cosas no serán tan fáciles como fueron en el 2011 o 2012. Esa es la perspectiva de Melvin Escudero, CEO de El Dorado Investments.
Este año, a raíz de los anuncios del tapering, “ha cambiado de manera dramática la estructura de financiamiento corporativo en todos los niveles en el sector empresarial peruano “, dijo el también director de la maestría en Finanzas de la Universidad del Pacífico.
¿Cómo han evolucionado las emisiones de bonos corporativos este año?
Cuando uno ve las grandes empresas, en el primer trimestre se emitieron US$ 5,000 millones de bonos internacionales. Pero a partir de junio está completamente seco. Hay dos o tres transacciones, pero no es nada comparado con los 5 o 6 mil millones que casi todos los colocadores de banca de inversión esperaban colocar en el segundo semestre. Prácticamente se ha esfumado del escenario. En gran parte esto es porque las empresas peruanas habían decidido endeudarse en moneda extranjera y, con la devaluación de casi 10% vista en el año, los balances de muchas compañías están en rojo porque no habían hecho coberturas. Han tenido que asimilar estas pérdidas cambiarias que finalmente se traducen en costos de financiamiento.
Por otro lado, el sol que no estaba muy valorado en términos de volúmenes, en el segundo trimestre ha sido la alternativa de emisión que ha -de alguna manera- recuperado el volumen de emisiones en el mercado doméstico para llegar a un total de unos S/. 1,600 millones. Es un cambio prácticamente de 180 grados entre lo que sucedió el primer semestre y el segundo.
¿Y qué problema enfrentarán las firmas el próximo año?
El problema es que los mercados internacionales van a requerir emisiones en dólares, pero los emisores peruanos que venden localmente no van a querer hacerlo. Las emisiones en dólares caerán y en soles van a subir. El 2014 uno debería esperar esa reacción en el mercado, una composición bastante dramática con respecto a lo que ha sido la tendencia histórica en los últimos 10 años.
Lo que está pasando es que los extranjeros, conocedores de este riesgo de divisa y tasas de interés, van a exigir ciertas condiciones: moneda extranjera, garantías y coberturas.
En cuanto al financiamiento bancario, ¿cuál ha sido la tendencia?
El sector bancario no ha sido ajeno a esta situación. Vemos que, en general, la morosidad ha venido incrementándose a niveles de las microfinancieras y a nivel de toda la banca. Estas épocas de bonanza en términos de crédito probablemente está llegando a su fin y a su piso. Estamos empezando un ciclo exactamente contrario. Las tasas de interés globales favorecieron en reducir el costo del crédito a niveles históricamente muy bajos.
Con un crecimiento boyante que teníamos en términos económicos, lo que experimentamos es unas tasas de morosidad que iban cayendo. En gran parte porque el denominador (volumen de créditos) subía muy fuerte -crecía entre 15 y 25%- y en otra parte porque la bajada en la tasa de interés hacía que la morosidad estuviera baja.
¿La morosidad continuará al alza?
Desde hace un año estamos en la pendiente positiva. Es lento, gradual, pero con seguridad no va a ir hacia abajo, va a seguir hacia arriba. Esto implica que el 2014 habrá un escenario de reestructuración de carteras, los bancos van a ser mucho mas cuidadosos en el tema del crédito y eso va a hacer que, en términos generales, sea más difícil obtener crédito en el sector financiero. Para los bancos grandes, el tema de la morosidad corporativa también ha ido en aumento, al igual que el riesgo cambiario. Estamos entrando en un 2014 donde, en temas de financiamiento, las cosas no serán tan fáciles como fueron en el 2011 o 2012. Estamos entrando a un escenario más normal de evaluación de riesgo, situación de pago y una serie de coberturas que se van a exigir.
*¿Cuál será el problema específico el próximo año?
El problema estará en la oferta de fondos. Si tenemos morosidad creciente, todo el sector financiero entra con un chip de riesgo y va a endurecer las condiciones. Si las tasas de interés a largo plazo están hacia arriba, suben todas las tasas. Eso hace que sea más complicado conseguir créditos. El periodo de abundancia en el sector microfinanciero no va a regresar. Hoy las microfinancieras están buscando cómo estabilizar su flujo de caja y probablemente haya una consolidación en ese sector. Los bancos grandes planificarán estratégicamente medidas de cobertura y protección, que pasan por un endurecimiento en las condiciones crediticias.