Berlín (Reuters).- Ford Motor Co podría cerrar nuevas plantas y despedir a más trabajadores en Europa debido a que la crisis de deuda de la zona euro continúa exacerbando la sobrecapacidad del sector automotriz.
La situación en los mercados europeos sigue siendo “muy volátil”, dijo el miércoles en una conferencia de prensa en Berlín el presidente ejecutivo de Ford , Alan Mulally, dos semanas después de que la compañía anunció que recortará 6.200 puestos de trabajo y la capacidad de producción en la región.
“No sé si (la economía europea) se estabilizará o ha tocado fondo, porque sigue cayendo”, dijo Mulally.
El segundo mayor fabricante de automóviles de Estados Unidos dijo el mes pasado que cerrará una fábrica británica en Southampton y una planta de estampado en el 2013, además de una gigantesca planta en Genk, Bélgica, al año siguiente.
Aunque Ford está encaminada por ahora en sus planes de reestructuración, la compañía continuará supervisando los mercados europeos para evaluar si podrían ser necesarias medidas adicionales, dijo el director ejecutivo de la firma, quien agregó que las perspectivas económicas serán el principal parámetro.
“Eso va a determinar lo que hacemos, si hacemos algo más”, dijo. “Lo más importante es hacer coincidir nuestra producción al nivel de la demanda”, agregó.
Se espera que los recortes de Ford en Europa generen un ahorro de 500 millones de dólares anuales para el 2015, año en que el fabricante de automóviles estadounidense tiene como objetivo lograr una rentabilidad regional.
Ford, que registró una pérdida de 468 millones de dólares en Europa en el tercer trimestre, espera perder un total de 3.000 millones de dólares en la región en el periodo 2012-2013 .
General Motors, por el contrario, se ha dedicado a forjar una alianza con el atribulado fabricante de automóviles francés PSA Peugeot Citroen que generará ganancias significativas recién en 2016, en el mejor de los casos.
Opel , la división europea de GM, ha perdido miles de millones de dólares durante la última década y sigue en conversaciones con el sindicato alemán IG Metall para cerrar una planta en Bochum, pero sólo en el 2017.