(Bloomberg) El negocio de energía renovable de General Electric en Brasil se enfrenta a retrasos en sus pagos por parte de un cliente que está involucrado en un caso de corrupción, de acuerdo con dos personas con conocimiento directo en el tema.
El conglomerado brasileño Queiroz Galvao tiene una deuda con GE que asciende a cerca de 500 millones de reales (US$ 150 millones), según la fuente, quien pidió no ser identificada pues se trata de información privada. Los pagos han sido retenidos porque la unidad de construcción de la compañía se ha visto involucrada en la investigación conocida como “Car Wash” que está relacionada con el caso de corrupción en el gigante petrolero Petroleo Brasileño SA.
Otra unidad, la empresa de energía Queiroz Galvao Energia, compró turbinas eólicas a GE y planeaba pagarlas con un crédito del banco de desarrollo de Brasil, BNDES, de acuerdo con la fuente. El financiamiento se retrasó después de que se iniciaron las investigaciones en su empresa hermana, la Construtora Queiroz Galvao. La compañía de energía tiene cinco complejos eólicos en el norte de Brasil con 759 megawatts de capacidad en operación o en desarrollo, según su sitio de internet.
Energy Unit
Queiroz Galvao ha tenido negociaciones con GE “debido a los retrasos en los préstamos a largo plazo, los cuales fueron acordados y establecidos en el plan de negocio de la empresa”, según un correo electrónico enviado por la empresa para responder a preguntas. La unidad de energía es una empresa independiente que no tiene relación con los asuntos legales en los que está involucrado el negocio de construcción, dijo la compañía con sede en Río de Janeiro.
GE no quiso hacer comentarios sobre los acuerdos con el cliente debido a los requisitos de confidencialidad.
El retraso en los pagos es el último signo de las dificultades que encaran los negocios en la novena economía más grande del mundo. Las empresas están luchando por conseguir financiamiento en medio de la recesión más profunda que ha tenido Brasil en más de un siglo y que comenzó hace dos años.
El problema se agrava para GE con la reducción de apoyos para la energía renovable. Jerome Pecresse, jefe del negocio de energía renovable de la compañía, dijo en junio que los clientes brasileños tenían pagos atrasados y que la cadena de suministro de energía eólica del país estaba en riesgo de colapsar debido a una disminución en la demanda de turbinas.