(Bloomberg) Fue un negocio lucrativo singular para una Wall Street que salía de la crisis financiera: hacerse de propiedades en ejecución hipotecaria y alquilarlas.
Tan bueno, de hecho, que ahora, cuando el pozo de inmuebles problemáticos se está agotando, algunos inversores se niegan a dejar que el modelo del alquiler se desvanezca. Están construyendo ellos mismos más y más casas.
American Homes 4 Rent, un fideicomiso de inversiones inmobiliarias (REIT por la sigla en inglés) creado hace cinco años y el mayor de los propietarios inmobiliarios que cotizan en bolsa, está comprando terrenos y casas en todo Estados Unidos.
El número dos, Colony Starwood Homes, proyecta comprar no menos de 600 propiedades flamantes a lo largo de los próximos 12 meses a más de una decena de constructoras.
AHV Communities, que no cotiza en bolsa, está proyectando barrios completos para aquellos que quieren --sin la molestia de la propiedad-- residencias unifamiliares con las comodidades de algunos complejos de apartamentos, tales como gimnasios y canchas de bochas. Los residentes ni siquiera tienen que cortar el césped.
La apuesta detrás del auge de la construcción para renta es que hay suficientes personas que sueñan con la vida de una casa independiente, pero no pueden permitirse comprarla.
Con las exigencias estrictas de las hipotecas y el aumento de los precios, y en tanto los millennials postergan el matrimonio y viven agobiados por su deuda de estudios, podría no ser una apuesta desacertada.
La propiedad de la vivienda en los Estados Unidos ronda desde hace tiempo el nivel más bajo en 51 años, según los datos del censo, aunque eso podría estar cambiando: en el primer trimestre, la cantidad de hogares ocupados por el propietario aumentó más que la de hogares de alquiler por primera vez desde 2006.
Pero los fideicomisos inmobiliarios probablemente no se están excediendo en la apuesta teniendo en cuenta lo débil del esfuerzo de muchos estadounidenses por ahorrar dinero, dijo Bruce McNeilage, fundador de la firma de inversiones Kinloch Partners LLC, que tiene experiencia en comprar viviendas nuevas para renta y vendérselas a empresas como Progress Residential y Main Street Renewal.
“La gente tiene buenas intenciones, pero nunca ha podido ahorrar para un anticipo”, dijo McNeilage. Muchos inquilinos piden arrendamientos cortos, diciendo que planean comprar, pero rara vez lo hacen, agregó.
A las compañías propietarias suele costarles más, por supuesto, comprar una propiedad recién construida que adquirir y restaurar una existente. Pero están recibiendo descuentos de los constructores. También tienen que asignar menos a mantenimiento y reparaciones.
Además, un alquiler de una vivienda unifamiliar nueva puede costar entre 5% y 8% más que el de una unidad más antigua renovada, según Alex Sifakis, presidente de JWB Real Estate Capital.
Invitation Homes, el REIT de Blackstone Group para viviendas de alquiler y la mayor empresa propietaria por capitalización de mercado, con unas 48.000 casas, mantiene el modelo de negocio original, aun cuando las ejecuciones hipotecarias están en el menor nivel desde 2005.
Si bien ocasionalmente compra unidades nuevas para cubrir necesidades, su fuerte sigue siendo las viviendas ejecutadas.