NUEVA YORK (Reuters) .- A comienzos del 2011, el presidente ejecutivo de Morgan Stanley James Gorman pensó que finalmente había descubierto cómo reconstruir la mermada unidad de operaciones de bonos del banco sin tomar demasiados riesgos. Contrató a operadores de firmas rivales en áreas en las que el banco era relativamente débil, como la intermediación de bonos de gobierno, y pidió a sus equipos de ventas que trajeran nuevos clientes y aumentaran las operaciones de los clientes existentes.
El viernes, después de tres años de resultados irregulares, Gorman cambió el guión al anunciar una nueva estrategia para las operaciones de renta fija: reducir la unidad y tomar menos riesgos. Esa fue al menos la cuarta vez en que el banco intenta reestructurar el negocio desde la crisis financiera mundial.
Los rivales y algunos analistas se muestran escépticos de que Gorman tenga razón esta vez. “La pregunta del millón de dólares es si los bancos pueden realmente competir y ser rentables a una menor escala”, dijo Lisa Kwasnowski, analista de la firma de calificación de bonos DBRS que se mostró partidaria del plan de Gorman.
La intermediación de bonos ha sido históricamente un conductor de las ganancias de bancos como Morgan Stanley y Goldman Sachs Group Inc, pero las nuevas normas de capital y de operaciones surgidas después de la crisis financiera han mermado la rentabilidad.
Morgan Stanley vio caer sus ingresos por intermediación de bonos en un 14%, excluyendo un ajuste contable, en el cuarto trimestre. Los ingresos de ese negocio también cayeron en Goldman y Citigroup Inc.
Casi todos los grandes bancos globales están examinando qué hacer con sus unidades de renta fija a la luz de las nuevas regulaciones. La intermediación de bonos ha sido clave para los bancos por más de una década, tanto como fuente de ganancias como una manera de obtener lucrativas comisiones por colocaciones y asesorías a fusiones.
Si la unidad es demasiado pequeña, esos beneficios pueden desaparecer rápidamente. Por ejemplo, una compañía que quiera emitir bonos puede desconfiar de que el banco suscriptor pueda continuar transándolos después de la venta inicial.
Pero Gorman dijo que cree que Morgan Stanley puede seguir cumpliendo con los requerimientos de sus clientes después de reducir el tamaño del negocio.
Su más reciente plan incluye un nuevo y más centralizado equipo de gerencia y “un foco particular en los gastos, la tecnología, el capital y el balance”, de acuerdo a declaraciones en una conferencia con analistas. Gorman está enfrentando alguna resistencia de los operadores.
Glenn Hadden, jefe global de operaciones con tasas de interés, fue tan enfático en su oposición a los cambios que finalmente se le pidió que renunciara, dijeron dos personas familiarizadas con la materia. Hadden declinó comentar sobre ese asunto.
Previamente este mes, Hadden citó la nueva estrategia como su razón para abandonar la compañía.
Morgan Stanley contrató a Hadden, un ex operador de Goldman Sachs, en marzo del 2011 y le pidió ganar espacios con el negocio. Pero pronto, las nuevas regulaciones comenzaron a afectar la intermediación de bonos.
Las calificaciones de deuda de Morgan Stanley también cayeron, lo que hizo a los clientes menos dispuestos a ingresar al lucrativo negocio de los contratos de derivados de largo plazo con el banco.
En mayo, el jefe de Hadden renunció y fue reemplazado por Michael Heaney y Robert Rooney como co directores de la venta e intermediación de renta fija. Los dos ejecutivos buscaron reducir el riesgo y centralizar la gestión del negocio.
Un elemento del plan de centralización irritó particularmente a los operadores: los co directores ahora toman la decisión de cuánto dinero puede negociar cada operador individualmente, de acuerdo a fuentes.
En el pasado, los jefes de renta fija e intermediación podían asignar el capital a las mesas y dejarles determinar cuánto dinero podía negociar cada operador individualmente. Los operadores se quejaron de que los controles más estrictos limitaban el potencial de tomar riesgos y el potencial de los títulos, dijeron las fuentes.
‘CORTAN Y CORTAN’
Limitar el riesgo es crítico para Gorman. Está altamente consciente de las malas apuestas de Morgan Stanley en títulos vinculados a hipotecas durante la crisis subprime, que casi hicieron colapsar al banco en el 2008 y lo forzaron a un rescate del Gobierno.
Saliendo de la crisis, el entonces CEO John Mack asumió una aproximación mucho más cautelosa en la intermediación de renta fija, recortando empleos y riesgos.
Su decisión tuvo sentido en ese momento, pero dejó a Morgan Stanley en un mal pie para el auge del mercado de bonos entre el 2009 y el 2010 que generó el año más rentable de la historia para sus rivales, incluyendo a Goldman Sachs.
Parte de la estrategia de Gorman es reducir los activos ponderados por riesgo del banco, una medida que hace más atractivo para el banco mantener instrumentos seguros como bonos del Gobierno de Estados Unidos.
El banco está en proceso de desarmar posiciones en una amplia gama de activos de renta fija en más de la mitad a 180,000 millones de dólares para fines del 2015, sobre una base ponderada por riesgo.
El banco tiene otros activos valorados en 30,000 millones de dólares que abandonar y el viernes aceleró el cronograma para completar esa tarea.
Algunos rivales han argumentado que el banco no puede competir si es demasiado pequeño y dicen que Morgan Stanley debería seguir el camino de UBS AG, que anunció la decisión de salir de su unidad de intermediación de renta fija casi por completo en octubre del 2012.
“La historia ha mostrado que la gente no renuncia a los negocios fácilmente. Ellos cortan y cortan y hacen cambios estratégicos antes de finalmente tirar la toalla”, dijo un ejecutivo de una firma rival. “Si tú cortas y te muestras débil al comenzar con eso, es difícil imaginar que te volverás más fuerte”, añadió.