El Primer Ministro de China afirmó que reducirá su ritmo de inversión a un mínimo en una década y enfocará su atención en combatir la contaminación, para crear una economía más verde.

Los reguladores chinos se han quejado reiteradamente sobre los flujos ilícitos. Pero las entradas son un problema que la mayoría de países en desarrollo estarían felices de soportar.

Peter Sullivan, jefe de estrategias de HSBC, dijo que el crecimiento es más fuerte fuera de Europa, pero incluso en Europa hay señales de que el crecimiento está volviendo y se pueda lograr un impacto grande.

El primer ministro del gigante asiático, Li Keqiang, también reiteró que conseguirán mantener la inflación cerca al 3.5%. Ello -dijo- gracias a las reformas integrales presentadas en el pleno del Partido Comunista.

Columna. El gobierno del gigante asiático no aprovechó el Pleno del Partido Comunista para disipar las dudas en torno a temas sensibles como la liberalización financiera o su postura sobre la inversión extranjera directa.

Las dudas sobre el compromiso de Xi Jinping han sido despejadas. El plan de reforma tiene varias aristas clave, entre las que destacan grandes esfuerzos de liberalización, especialmente en sectores clave donde el Estado actúa como monopolio.

Li Keqiang dijo que el desafío será encontrar un “punto de equilibrio dorado” entre desarrollar sostenidamente la economía y mantener un crecimiento razonable para fomentar el empleo. Este año, China crecería a su menor ritmo en 23 años.

Aunque esta expansión sería la más débil en 14 años, estaría cómodamente por encima de un estimado del Gobierno de un 7%. Los economistas encuestados esperan que el PBI se estabilice en un 7.5% en este cuarto trimestre.

Xi Jinping, mandatario del gigante asiático, explicó que las principales economías del mundo están lejos de resolver sus problemas estructurales. Además, destacó que desacelerarse a un crecimiento de 7% en China “será suficiente”.

Este indicador de actividad alcanzó un nivel de 55.4 en septiembre. Esto indica dinamismo en el sector servicios, que el año pasado explicó el 45% del PBI chino y es el que genera más empleo.

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El director de Estudios Económicos del FLAR señaló que el país está creciendo en línea con su PBI potencial y no sufriría mucho los efectos de la desaceleración global. “Crecer al doble de ritmo que el mundo es algo notable”, afirmó.

Las autoridades del país asiático reafirmaron que seguirán con las reformas para tener un crecimiento basado en la fortaleza del consumo, en lugar del modelo exportador. Además -destacaron- la expansión anual no estaría debajo del 7%.

La segunda mayor economía del mundo se ha visto impulsada por una combinación de inversiones, créditos y estímulos fiscales, pero ese crecimiento es insostenible, dijo la entidad internacional en un reporte.

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El director de la Maestría en Economía de la UP advirtió que el gigante asiático seguirá desacelerándose por la menor demanda de sus productos y la restricción del crédito hipotecario. El 16% de nuestras exportaciones –recordó– dependen de dicho país.

El crecimiento del país asiático, junto con la India, enriquecerá a EE.UU. más allá de los US$ 124 mil millones que actualmente percibe de las ventas hechas en China, según la revista Forbes.

El índice general bajó un 0.58%, el selectivo 0.47% y el Inca 0.73%.