RESULTADOS Y PERSPECTIVAS. El ambiente político sigue caldeado, la eficacia en el censo estuvo muy lejos de lo deseado, la reconstrucción no despega, la violencia contra la mujer no cesa, pero la economía ya decidió progresivamente pasarse al bando de las buenas noticias –siguiendo el ejemplo de Gareca y sus dirigidos–. Por si fuera poco, con la caída de los precios observada en octubre, la inflación anualizada regresó al rango meta del BCR (entre 1% y 3%).
El informe de avance coyuntural del INEI confirma que la construcción marcó en setiembre su cuarto mes consecutivo de expansión, y con 8.92%,es la tasa más elevada desde julio del 2013. La minería y los hidrocarburos no se quedaron atrás y crecieron 7.13%. El sector que continúa enfriado es electricidad, mientras que pesca volvió a decrecer debido al receso en la extracción de anchoveta. El reporte no brinda datos actualizados de manufactura, comercio y agro, así que habrá que esperar dos semanas para saber si ya están del lado de la reactivación.
El gasto del Gobierno nacional y los gobiernos regionales creció 31% en octubre, la tasa más alta del año, con lo que los pronósticos de los anteriores titulares del MEF parecen haberse hecho realidad, aunque con bastante retraso. Las exportaciones continuaron su tendencia expansiva en setiembre, aunque todavía hay una diferencia notable a favor de las tradicionales frente a las de valor agregado (41.5% versus 5.2%).
Entre tanto, el enfriamiento bancario estaría llegando a su fin. El crédito nominal al sector privado aumentó 3.05%, luego de cinco meses por debajo de ese umbral. El impulsor de esta mejora fue el crédito hipotecario, que registró la tasa más alta del año (4.28%). Hasta la morosidad se ha reducido, aunque todavía está lejos de los niveles de años previos.
En cuanto a la inflación, en octubre se redujo 0.47%, tanto en Lima como a nivel nacional, debido a la baja de precios generada por el mayor abastecimiento de frutas y verduras, y en menor medida, de productos pecuarios. La tasa anualizada se ubicó en 2.04% para la capital y en 2.25% para las principales ciudades. Este resultado hará más manejable la política monetaria que aplica el BCR, que ya ha adelantado que una inflación cercana al 2% impulsaría apuestas por un nuevo recorte de la tasa de interés referencial.
Estos resultados confirman que el enfriamiento ya queda como un hecho del pasado, al punto tal que la propia percepción del ciudadano de a pie ha cambiado y nuevamente es optimista, tal como muestra el Índice de Confianza del Consumidor de GfK. Sin embargo, se requiere una mayor visión de las medidas que se adoptarán para que el crecimiento no solo sea para el 2018 sino que vaya más allá y a una mayor tasa.
