EDUCACIÓN. El Perú está afrontando una diversidad de problemas: la lucha contra la corrupción avanza a paso de tortuga, la delincuencia sigue siendo una preocupación ciudadana y la economía no despega todavía a los niveles esperados, lo que seguramente significará menores ingresos fiscales. A esta lista de problemas se han sumado las demandas laborales de diversos grupos como médicos, enfermeras y profesores. En el caso de los dos primeros, de alguna manera el Gobierno logró un acuerdo. Es en el caso de los profesores, la situación llegó a tal nivel que el Congreso tuvo que intervenir citando a la ministra de Educación y formando un grupo multipartidario para promover el diálogo entre las partes.
El Ejecutivo enfrentó este último problema con marchas y contramarchas al punto tal que cinco de las seis bancadas que forman el Congreso sumaron esfuerzos para hallar soluciones y decidieron no quedarse mirando desde el balcón.
Sin embargo, la actitud de Fuerza Popular ha sido contradictoria. Exigieron que la ministra se sentará a hablar con todos los representantes, incluso la congresista Yesenia Ponce afirmó que Fuerza Popular está identificada con los maestros, al margen de quién sea o no sea terrorista o del Movadef, y acordó tener una reunión con dichos representantes, pero no formó parte del grupo que facilitó el diálogo. El lunes, cuando no se logró acuerdo, todos los representantes del Congreso afirmaron que la meritocracia era un tema en el que no se podía retroceder, es decir, la evaluación a los maestros y su cese en caso de desaprobar un examen por tercera vez no podía ser negociable. Fuerza Popular por el contrario no se ha pronunciado sobre el tema, pero se ha mostrado dispuesto a otorgar facultades legislativas para que el Ejecutivo “pueda dar normas en temas de la reforma magisterial que los docentes piden revisar”.
Asimismo, Jorge del Castillo señaló que durante las negociaciones Fuerza Popular se comunicaba con el dirigente Pedro Castillo, entorpeciendo las negociaciones. Aunque la bancada mayoritaria ha preferido no ahondar en este punto, ha anunciado que hoy se reunirá con todos los representantes de los maestros que aún están en huelga. ¿Estarán dispuestos los fujimoristas a ofrecerles el cambio de la Ley de Reforma Magisterial para evitar los despidos luego de la tercera evaluación, el único punto en el que el Estado ha decido no ceder?, ¿su deseo de oposición política será más fuerte que el ofrecimiento de su plan de gobierno de continuar los procesos de evaluación contemplados en la Ley de Reforma Magisterial? Hoy lo veremos.