(Gestión/Agencias).- La Agencia de Seguridad Nacional (NSA) de Estados Unidos presentó una solicitud de investigación con cargos penales para ubicar al responsable de las filtraciones sobre PRISM, el programa de vigilancia global de las comunicaciones en línea que reveló un reportaje del diario británico The Guardian.

La confirmación de que la NSA presentó la solicitud de “un informe de delitos” llegó unas pocas horas después de que el director de Inteligencia Nacional, James Clapper, hiciera una defensa contundente sobre PRISM.

Clapper criticó lo que denominó “divulgaciones imprudentes” sobre un proyecto reservado de la agencia de espionaje cuyo nombre en clave es PRISM.

Hasta el momento, no se conoce la amplitud de la investigación sobre filtraciones de la NSA.

Ben Rhodes, diputado del Consejo de Seguridad Nacional, dijo que los servicios de inteligencia de EE.UU. “están evaluando el daño a la seguridad nacional del país que esta revelación ha generado, que es absolutamente secreta porque Estados Unidos necesita ser capaz de conducir acciones de inteligencia sin que el mundo sepa sus métodos”.

Sí existe
En un comunicado publicado el sábado, Clapper reconoció la existencia de PRISM por su nombre por primera vez y dijo que los medios de comunicación lo han tergiversado. El proyecto es legal, no va dirigido contra los ciudadanos de Estados Unidos y ha frustrado amenazas contra el país, aseguró.

“En la última semana hemos visto revelaciones imprudentes sobre medidas de la comunidad de inteligencia utilizadas para mantener seguros a los estadounidenses”, dijo Clapper en el comunicado.

“El Gobierno de Estados Unidos no obtiene de manera unilateral la información de los servidores de proveedores de servicios de comunicación electrónica estadounidenses. Este tipo de información se obtiene con la aprobación del Tribunal de Vigilancia de Inteligencia Extranjera (FISA) y con el conocimiento del proveedor”, dijo una hoja de datos que acompañaba el comunicado de Clapper.

A pesar de la legalidad de sus métodos, las empresas de servicios en Internet involucradas, como Google y Facebook, han negado haber colaborado “voluntariamente” con la recolección de datos que PRISM efectúa.