(Bloomberg).- Vivir los sueños de la infancia no es barato. Solo hay que preguntarle a Kevin Mitchell.
Cuando él estaba en sexto grado, sus padres le regalaron un juego de llaves inglesas. Ya en la escuela media reconstruyó un Chevrolet Camaro SS 1967 con el cual corría por las calles de Danville, Illinois.
Ahora con 54 años y dueño de una empresa contratista de electricidad, Mitchell ha reunido una colección de autos que incluye cinco Corvettes, un Lamborghini Diablo y varios Camaros. Y aunque no teme meterse bajo el capó, está más interesado en conducirlos.
[Mitchell sentado en su nuevo COPO dentro de la planta. Foto: Bloomberg]
Así que cuando recibió un correo electrónico el día de los inocentes diciendo que él era una de 69 personas elegidas al azar en una lotería de más de 3,000 para tener la oportunidad de comprar un Camaro especial COPO, pensó en enviarle un correo electrónico a Curt Collins, que dirige el programa de autos Chevy de alto rendimiento, antes de ilusionarse demasiado.
“Le pregunté si era una broma”, dijo Mitchell. No lo era. “No podía creer que yo hubiera sido elegido para eso”.
El Camaro COPO es el automóvil más exclusivo que vende General Motors Inc., un hecho que incluso un experimentado fanático de los autos podría ser perdonado por no saberlo.
[Autos COPO completados y casi completados en la planta. Foto: Bloomberg]
Estos modelos se construyen a mano en números pequeños para su uso en pista solamente. Se comercializan a los más fervientes fans de Chevy, pilotos que quieren correr en uno, probarlo en una pista de rendimiento o añadirlo a una colección de relucientes juguetes automovilísticos.
Otros modelos
Ford vende un modelo similar, el Mustang Cobra Jet, aunque con menos fanfarria, y Dodge ofrece una versión de su fornido Challenger con un equipo extra para el comprador que gusta de las carreras.
Ford tiene una empresa externa que convierte sus Mustang en coches de carrera, y el Jet Cobra no se construye todos los años; cuando se hace, sale en lotes de 50 y cada coche se vende por algo menos de US$ 100,000 –y no por la lotería–, dijo el portavoz de la empresa Matt Leaver.
[Trabajos de ensamblaje de autos COPO. Foto: Bloomberg]
Chevy se las arregló para despertar más entusiasmo por sus COPO que otros programas de este tipo con la celebración de su lotería, haciendo hincapié en el patrimonio de estos coches de 1969 y logrando que la venta final sea un evento para los compradores, dijo Peter DeLorenzo, cuyo sitio web Autoextremist.com cubre tanto el sector como las carreras.
Lleva 10 días construir cada coche; un Camaro normal sale rodando de la línea de montaje después de quizá 20 horas de trabajo. Cada COPO está numerado, como una impresión artística o una botella de edición especial de bourbon de gama alta; a los compradores de esas rarezas les gusta saber que lo que reciben es especial. Cada uno se vende en por lo menos US$ 110,000, y mucho más en subasta.
De los autos más caros de GM, sólo el Corvette Z06 completamente equipado cuesta casi tanto. Ningún Cadillac se le acerca. “Pocas personas salen de aquí con el auto por menos de US$ 130,000, y algunos gastan hasta US$ 200,000 en opciones”, dijo Collins.