Erick Rey de Castro estaba destinado a trabajar en el negocio inmobiliario: su padre, abuelo y bisabuelo formaron parte de este sector en los últimos cien años. Así pues, desde hace tres décadas, el administrador de empresas y amante de la lectura se desempeña como director de Colliers International Perú.

¿Cómo lo cautivó el rubro inmobiliario?
Me gustó siempre el objetivo que conlleva porque básicamente es entregar calidad de vida a los usuarios, ya sea en formato residencial o comercial.

¿En qué sentido?
Esto involucra desarrollar productos que trascienden el tiempo, que se pueden disfrutar. Las personas no solo ven los espacios como un lugar para vivir, sino como el activo de inversión más importante. Es agradable estar en una empresa que se encarga de esto.

¿De qué manera podría definir su estilo de liderazgo?
Soy de los que creen en la importancia de convencer a las personas en vez de imponerse. Esa es la dirección correcta. No creo en el jefe gritón o en el que impone a la fuerza.

¿Qué mensaje le transmite a sus colaboradores?
Que la persistencia se premia y debemos pensar en los negocios y las relaciones a largo plazo. La vida no es una carrera de cien metros, es una maratón. Por ello es importante que la gente joven cuide su reputación.

¿Qué es lo que más necesitan los ‘millennials’?
Tomar conciencia de que la vida es larga. Siempre hay un ‘vivito’ que cree que metiendo cabe va a conseguir algo, no es así. Ahora, hay que saber posponer lo que los psicólogos llaman ‘gratificación’.

¿Y cómo le es posible desarrollar el talento de estos jóvenes?
Creo que hay que llevarlos a reflexionar sobre la construcción del valor. Los mayores ingresos y conocimientos no llegan de forma rápida, sino que hay toda una construcción en el tiempo. Los jóvenes quieren ser gerentes generales al día siguiente, y no es así, es un largo camino.

Y en ese trayecto, ¿cómo se afrontan los errores?
En la vida he aprendido más de los errores que de los aciertos. Se afrontan de la manera en que uno aprende de ellos y busca las herramientas para no repetirlos.

¿Cómo se distrae de la carga laboral fuera de la oficina?
Haciendo deporte, jogging (caminata), leyendo y buscando espacios para estar conmigo mismo.

¿Es asiduo a la lectura?
Sí, trato de leer 500 páginas al día. No me gustan mucho las novelas, prefiero leer libros de negocios, historia, psicología y meditación. Recomiendo “Encuentros con hombres notables”, de George Gurdjieff.

¿Desde cuándo tiene esta afición por la lectura?
Toda mi vida he leído mucho, pero desde hace algunos años me planteo esto de leer 500 páginas por día con mucha persistencia. Como decía Napoleón, mi mayor lucha es contra mí mismo. Me levanto a las 5:45 a.m., y a esa hora hago deporte.

¿Encuentra alguna similitud entre los deportes que practica y los negocios?
En cuanto al jogging, el enfoque y aprender a priorizar necesidades u oportunidades son grandes cualidades. Estoy convencido de que lo mismo ocurre en el ámbito de los negocios.

¿Cómo suele disfrutar los momentos en familia?
Nos encanta ir a la playa y viajar, particularmente a Arequipa, pues toda mi familia es de allá.