Apenas el uso de razón (y de gusto) se asoma, juzgamos todo que podemos hacer: la forma de vestirnos, de hablar o hasta de alimentarnos. Pero muy pocas veces sentenciamos el gusto por aquella bebida que siempre estuvo prohibida cuando niño o niña: el café.

El cineasta David Lynch decía que “hay cosas geniales en el mundo del café hoy en día, pero tienes que ver qué es lo que te gusta más y de ahí ya puedes morir feliz”.

Puede que ahora nos preste demasiada atención al hecho de beber el producto por la cotidianidad en que ha caído su consumo; sin embargo, hay factores que se deben tomar en cuenta y no son difíciles de poner en práctica.

La compra del café
Adquirirlo suele ser muy subjetivo, ya que está sometido al gusto del consumidor, afirma Lourdes Córdova, jefe de Laboratorio de la Cámara Peruana de Café y Cacao.

“Lo más recomendable es comprarlo lo más fresco posible. Cuanto menos tiempo haya transcurrido desde el tostado, mucho mejor. Otro factor importante es el tipo de tueste de los granos”, señala.

Por su parte, Juan Carlos la Torre, responsable del Programa Nacional de Café y Cacao de Sierra y Selva Exportadora, coincide con la especialista y agrega que se apueste por los productos peruanos.

Cabe indicar que el precio por 250 gramos (g) de café tostado y/o molido en bolsas trilaminadas puede oscilar entre los S/ 15 a S/ 35. En tanto, el kilo del producto de alta calidad –que tenga un buen perfil de caja sobre 84 puntos– puede costar S/ 60.

Sinfonía de olores
La condición de todo café es delatada por el olor. “Si es de mala calidad, tendrá toque a caucho quemado. Si está guardado o envejecido, tendrá olor a madera, a alacena”, precisa la especialista.

Sin embargo, un buen insumo dará una sinfonía de olores agradable. Su sabor intenso y equilibrado hará disfrutar el original gusto y aroma.

Y el color también influye, enfatiza el vocero de Sierra y Selva Exportadora. “El tueste del grano debe ser marrón oscuro. Este debe durar entre 8 a 13 minutos, más no”.

El degustar
Asimismo, los expertos señalan que cuanto más natural y menos edulcorado esté el café, mejor apreciaremos su sabor.

“La costumbre de echarle una cucharadita de azúcar viene, precisamente, del hecho de consumir cafés de mala calidad”, dice Córdova.

Además, se busca sentir el propio dulce del producto, el sabor a frutas que algunos tienen o, incluso, a cítrico, confirma La Torre.

Los más consumidos
Según datos de la Cámara Peruana de Café y Cacao, siete de cada 10 personas consumen café soluble por la practicidad del uso. En el segundo lugar se encuentra el café tostado y/o molido.

“El consumo promedio de cada peruano al año es de 750 g, en comparación a Chile que está con 800 g, Colombia con dos kilos y Brasil cuatro kilos”, finaliza el también vocero de la campaña nacional “Cafetea Perú”.