Hace veinte años, la gastronomía peruana era una variante más de nuestra cultura. Y entonces, apenas era considerada motivo de orgullo. Hoy, sin embargo, el panorama es diferente: fuera del país presumimos por nuestro cebiche, el pisco sour o un lomo saltado.

Este fue el primer boom en resaltar la peruanidad en el extranjero. Y el segundo, para algunos, será la moda, que en los últimos años ha destacado notablemente rasgos de nuestro país y cultura.

Norka Peralta, Claudia Jiménez y Den Távara, tres generaciones de diseñadoras de modas peruanas, coinciden en ello desde diferentes perspectivas.

Por ejemplo, Peralta, diseñadora con más de 40 años de experiencia en la alta costura, asegura que todo es cuestión de trabajo conjunto.

“La moda y el diseño pronto podrían ser un boom, como lo es la gastronomía. Todo es cuestión de empuje en equipo para que suceda”.

Jiménez concuerda sobre el próximo despegue de la moda. Para ello, asegura que lo fundamental es sentir orgullo por lo peruano.

“Unir fuerzas es positivo, así como el sentido de peruanidad e identidad con nuestras raíces. Al igual que en el rubro gastronómico, en la moda hay varios puntos por explotar y hacer un sinfín de cosas. De todas formas, es difícil porque aún el público no se atreve mucho a ello”.

Sin embargo, recuerda que su última colección lució raíces étnicas y fue bien aceptada afuera, aunque tenía el temor de que en el Perú no entendieran su trabajo. “Poco a poco se van integrando los conceptos y se van sintiendo orgullosos”, apunta.

En tanto, Távara, exalumna del Centro de Altos Estudios de la Moda (CEAM), considera que, fuera, la tecnología y la experimentación podrán impulsar a la moda tan alto como la comida. Y añade que en ambos “hay un trasfondo de concientización porque hay cambios climáticos fuertes”.

Evolución en la moda
Norka, Claudia y Den se han desenvuelto en el mundo de la moda en diferentes épocas, plagadas de tendencias y tecnologías. Si bien las influencias han sido diferentes, concuerdan que la exigencia y la perseverancia han sido las claves de su éxito.

Además, para Peralta, las nuevas tendencias siempre ha surgido de acuerdo a lo que el mundo dirige, a lo que puede pasar en Nueva York o París, por ejemplo. “Sobre ellas, uno añade una cuota de diseño especial. Es el plus”, señala.

Jiménez,quien cuenta con un atelier dedicado a la alta costura, recuerda que cuando incursionó en la moda no existían tantas herramientas de trabajo como en la actualidad: “Hoy existe Internet y las redes sociales. La globalización ha facilitado todo”, manifiesta.

Távara, por su lado, al ser casi una millennial (tiene 30 años), ha trabajado siempre de mano a la tecnología. Por ello, sus prendas, orientadas al tema deportivo, presentan rasgos ‘inteligentes’. “Trabajo con tela antibacterial, con protección contra rayos UV y resistencia al agua”, explica.

El nuevo desfile limeño
A casi un mes de LIF Week 2017, los diseñadores (ver en corto) afinan los detalles de sus nuevas colecciones.

Una de las representantes es Claudia Jiménez,quien prefiere mantener en reserva los detalles de su trabajo, pero adelanta que regresará a sus orígenes.

“Rendiré un tributo a nuestra esencia, que es romántica y bastante femenina. El nombre de la colección recién lo tendré cuando termine de armar el rompecabezas”, explica. Además, este año se incorporarán nuevos talentos. Es decir, jóvenes diseñadores que han destacado con su trabajo. Entre ellos, figura Den Távara, que presentará “Volumen 2 Hilda”, colección conformada por 10 a 15 outfits enfocados en la sustentabilidad y la tecnología.

“Yo apunto a estética deportiva y, en consecuencia, al medio ambiente y a reinventarse con nueva tecnología”, dice. Así, por ejemplo, ha trabajado prendas que se puedan usar para el ciclismo urbano nocturno al incluir detalles reflectantes.