Cómo aprender de las malas decisiones financieras

Especial TU DINERO. La cultura financiera pueden significar la diferencia entre una gran decisión, que nos permita efectivamente construir un patrimonio, o un enorme dolor de cabeza.

El pasado martes publiqué algunos ejemplos reales de malas decisiones financieras. Algunas de poca importancia y otras muy significativas. Todas ellas, desafortunadamente, también muy comunes.

En las conclusiones mencioné que en casi todos los casos las personas culpaban a las empresas, a las entidades financieras, al asesor o ejecutivo que les vendió el producto, de su problema.

¿No es eso lo que hacemos todos? Culpar a los demás de nuestros problemas siempre es lo más sencillo. Además nos permite de alguna manera desahogarnos. “Es que el maldito gerente del banco me mintió, es su culpa”.

Pero también tenemos que analizar nuestro papel. Quienes tomamos las decisiones siempre somos nosotros. Por lo tanto tenemos que tomar responsabilidad también de ello.

Si no lo hacemos, no podremos saber en qué nos equivocamos y tampoco podremos aprender de nuestros errores, para que no nos vuelva a suceder.

Mucha gente, tristemente, tropieza dos veces o más veces con la misma piedra precisamente por eso: por evadir su propia responsabilidad en la toma de decisiones financieras.

Siempre me ha sorprendido eso. Es nuestro dinero, nos cuesta muchísimo trabajo ganarlo.

Muchos vivimos apretados cada mes y tenemos que administrarlo cuidadosamente para que nos alcance y para que, con todo y eso, podamos ir construyendo un patrimonio.

Infórmese para construir su propia opinión

¿Por qué le hacemos caso entonces a lo que nos dicen los demás? ¿Por qué dejamos que los llamados expertos nos vendan “espejitos”? ¿Por qué pagamos cientos de miles de pesos más en un crédito hipotecario caro, porque es lo que nos sugiere la sabiduría popular?

La cultura financiera, aprender cada día acerca de los productos financieros, de sus características principales, saber cómo funcionan y tomarnos unos minutos para hacer comparaciones nos puede ahorrar muchos dolores de cabeza. Pueden significar la diferencia entre una gran decisión, que nos permita efectivamente construir un patrimonio, o un enorme dolor de cabeza.

Para tomar decisiones financieras, en mi caso hago muchas cosas que en primera instancia pueden parecer obvias, pero que la gente pasa por alto:

1. Yo nunca tomo una decisión financiera a menos que comprenda perfectamente sus alcances y sus consecuencias. No pondría un peso en una opción de inversión, por más atractiva que me la vendan, si no comprendo el producto que me están ofreciendo.

Si no veo sus rendimientos históricos (a veces nos hacen una maravillosa proyección que nada tiene que ver con la realidad). Si no entiendo cuál es el riesgo. Si no comprendo qué me cobran (a veces nos dicen que no cobran nada, pero sí hay costos implícitos, como por ejemplo los fondos de inversión).

2. Si no estoy seguro qué es lo que quiero hacer, cuáles son mis metas financieras, entonces pongo mi dinero en algo seguro, a corto plazo y que me dé buenos rendimientos.

Como por ejemplo Cetes a 28 días, o incluso un fondo de liquidez diaria (como BONDDIA, ambos a través de CetesDirecto).

3. Antes de tomar una decisión importante, comparo las diferentes opciones a mi alcance.

A veces me tardo cinco minutos, en ocasiones ocupo un poco de tiempo durante varios días. Me aseguro que la decisión que estoy tomando es en realidad la mejor. Si no es así y luego me arrepiento, intento ver en qué me equivoqué, aprendo de mis errores.

4. Suelo investigar mucho acerca de ese producto o servicio. En distintos medios: en internet (aunque teniendo cuidado porque hay mucha información falsa). Leo blogs de finanzas personales de gente cuya opinión respeto, tanto en inglés como en español. Leo libros sobre el tema. Hablo con expertos.

5. Me aseguro de que la decisión financiera que vaya a tomar, está alineada a mis prioridades y no se trata sólo de un capricho o de un espejismo.

Es increíble ver cómo mucha gente toma decisiones financieras contrarias a sus propias metas y a aquellas cosas que más les importan.

Pero por encima de todo, siempre asumo mi responsabilidad. Por más consejos, asesoría, comparativos, lectura que haya hecho, yo soy siempre el que toma la decisión y nadie más.

Diario El Economista de México
Red Iberoamericana de Prensa Económica (RIPE)

ÚLTIMA HORA ver todas

BLOGS ver todos

Revolución digitalPablo Bermudez

Bye bye Dubai... ¡Bienvenido NEOM! (1 de 3)

Herejías EconómicasGermán Alarco

Plan Estratégico de Desarrollo Nacional (PED...

El Vino de la Semana

Pisco, amor por el Perú

Te lo cuento fácilAlumnos de la Universidad del Pacífico

Guerra en Ucrania: un breve análisis del fac...

Economía para todosCarlos Parodi

Estados Unidos y China

WALL STREET VER TODOS

Será noticia

JOSÉ ANTONIO MONTENEGRO