Estos son extractos de la ponencia del director del Instituto Perú de la USMP en la Mesa Redonda sobre Política Económica organizada por su institución, por Gestión e Intelfin.
El peso de la confianza en el crecimiento económico del Perú
Apostaría a empujar el gasto y aceptar un menor superávit o algún déficit, el razonamiento es que es el momento para evitar expectativas más contractivas y recuperar la confianza. Generar confianza es un criterio importante para definir a dónde podemos llegar con el tamaño del superávit o déficit fiscal.
El argumento que lo sustenta es que soy bastante optimista respecto al mediano y largo plazo, y cuando tomamos decisiones hoy sobre el déficit fiscal debemos apostar a un crecimiento continuo de 5%, y ello es posible por el alto nivel de inversión que hemos tenido en los últimos años, el hecho de que la minería va a seguir siendo un factor especialmente dinámico y que la economía mundial está empezando a recuperarse, y si el mundo crece 2.5% es perfectamente posible que el Perú crezca 5%, desde el punto de vista de la demanda externa y de nuestra capacidad competitiva.
Además en el Perú hay una nueva cultura política y empresarial que va a ayudar a que se mantenga ese buen rendimiento de la economía. Hay una cultura política relativamente conservadora con la que algunos siguen proponiendo pero casi nadie les hace caso, y una cultura emprendedora que está haciendo efecto tanto al nivel más alto como al más bajo de la estructura de ingresos del país.
Finalmente, a nivel fiscal tenemos colchón y hay que usarlo, para eso están las RIN, el bajo endeudamiento externo, el FEF. Si queremos ir en la dirección de una política fiscal anticíclica, no debemos poner todos los huevos en la canasta de las inversiones, porque simplemente no funciona; hay que mirar más opciones de aumentar el gasto corriente, que siempre las rechazamos, pero si queremos más demanda agregada hay que hacerlo.
Priorizar las reformas y gastar mejor en programas sociales
Estamos frente a una situación preocupante de la economía y a una decisión fiscal importante. Una buena política fiscal puede ser vital en el manejo de la situación económica y eso consistiría principalmente en generar un resultado fiscal un poco menos superavitario o un poco deficitario quizá. El tema es cómo hacerlo, cómo lograr ese resultado. Hay una oportunidad de combinar ese resultado agregado fiscal con empujar las reformas del Sector Público.
Están sobre la mesa una serie de reformas del empleo público, de la burocracia, donde los incentivos salariales son un elemento claro. Aquí hay un gasto que hay que hacer, y sería fantástico hacerlo ahora para empujar la reforma de sector educativo, salud y otros del Sector Público.
Otra forma de ir en la misma dirección es empujar Obras por Impuestos, porque en el fondo es una forma de exonerar impuestos, pero también hay otras formas de exonerar impuestos que uno se puede imaginar que pueden estar dirigidas a que el sector privado gaste más en ciertos objetivos sociales.
El desafío de las reglas fiscales y del futuro del canon
No estoy seguro de que lo que se propone para la nueva regla fiscal cumpla con los requisitos de simplicidad, fácil de entender, difícil de cuestionar. El problema de la dificultad de medir va más allá porque incluso tiene que ver con el concepto de déficit estructural.
Me cuesta mucho la idea de que realmente podamos ver una tasa de crecimiento sostenible del PBI. No sería muy difícil llegar a un número distinto de PBI a 5.5%. Hace muchos años, no nos hubiéramos imaginado mantener una tasa de 5% o que la India iba a mantener tasas de 6% durante 20 años; entonces hay misterios que crean dificultades. El PPR no está muy difundido, falta mucho porque es el caso que lo bueno finalmente es invisible.