Aunque el desarrollo de habilidades académicas es fundamental para la inserción de los jóvenes latinoamericanos en el sector productivo, la demanda laboral exige mejores habilidades socioemocionales.
Así lo argumentó Marina Bassi, Especialista Senior en Economía de la Educación del BID, en base a los estudios efectuados por la organización financiera internacional en los últimos tres años.
Si bien las deficiencias, a nivel regional, en cuanto a comprensión lectora, lenguaje y matemáticas han quedado evidenciadas en el Informe PISA; la mayor brecha apunta a falencias en habilidades socioemocionales o blandas, las cuales -hasta el momento- no han sido asociadas al rol del sistema educativo, comentó Bassi.
Según manifestó -en el marco de CADE por la Educación-, en efecto, es preocupante el panorama mostrado por los análisis internacionales sobre las competencias académicas de los escolares de América Latina, sin embargo, se debe ampliar el espectro de habilidades para estar en sintonía con las demandas laborales de hoy.
Para facilitar la transición de la escuela al trabajo, es indispensable incorporar en el sistema educativo mecanismos eficientes para desarrollar, monitorear y medir la evolución de habilidades socioemocionales en los alumnos.
De ese modo, remarcó la especialista, es fundamental propiciar una estructura menos jerárquica en las escuelas para así fomentar en los estudiantes latinoamericanos el pensamiento crítico, la creatividad e innovación.
Para ello, los docentes deben generar un ambiente de debate, estimulando el interés por la investigación, precisó Bassi.
“La escuela debe estar más en contacto con su ambiente y más cerca del mundo laboral, es positivo exponer a los alumnos del nivel secundario al sector productivo cuanto antes, a través de visitas a empresas, charlas, seminarios, y mediante la implementación de prácticas que emulen un entorno laboral”, finalizó.