¿Qué debe hacer una marca como Inca Kola ante el 'cyberbullyng' a su Moradita?

El momento de la verdad para cualquier producto es cuando el público lo prueba. Y, por los miles de comentarios en redes sociales, al consumidor no le gusta la innovación de Inca Kola. ¿Cómo debe reaccionar una marca ante tal ‘trolleo’?

Miles de parodias corren en redes sobre La Moradita.
Miles de parodias corren en redes sobre La Moradita.

Estos son algunos comentarios de consumidores en redes sociales, a propósito del nuevo producto de Inca Kola: La Moradita.




Varios especialistas de marketing -puedes ver los artículos de Alexander Chiu o Cristina Quiñones- ya se han pronunciado al respecto. La mayoría coincide en que las piezas publicitarias son buenas y confían en que los estudios previos al lanzamiento, a cargo de una transnacional como Coca Cola Company, se han realizado con todo el rigor requerido.

Sin embargo, los consumidores tienen problemas con el producto.


Julio Centurión, director de la agencia SHOCK MKT, asegura que los comentarios negativos sobre La Moradita pertenecen a una etapa de crisis momentánea.

Para reducir el impacto a la marca, las claves están en evitar responder y apuntalar los atributos tradicionales de la misma Inca Kola como la tradición o la creatividad.

Para el especialista, el problema se origina en el enfoque.

“Cuando sacas una bebida o un producto relacionado a algo tan cotidiano como la chicha morada, es difícil distorsionar la misma percepción inicial del producto. Al decir chicha morada, pone en la mente un sabor específico y no uno con gas”, señaló.

Cabe recordar que la idea de Coca Cola no era desarrollar una chicha morada con gas, sino una bebida gaseosa con sabor a chicha. Por eso, el nombre oficial es “La Moradita” y se promociona como la “prima” de la Inca Kola original.

“No es que le pones gas a la chicha morada y ya está. Se desarrolla una gaseosa, con todas las propiedades que ello implica y de ahí, se trabaja el sabor”, señaló Julia Sobrevilla, gerente de asuntos públicos y comunicación corporativa de Coca-Cola, a un medio local.

“Lo que estamos haciendo es añadir un nuevo sabor a la familia Inca Kola (…) Cuando empezamos a preguntar qué les gustaría ver de la marca, salió que chicha”, indicó en la misma línea Lizandra Freitas, gerente de marketing de Coca-Cola Perú.

Sin embargo, el concepto “chicha morada” es muy fuerte y hubo una coalición entre realidad y expectativas.

“Pese a las investigaciones, el mejor test es el que hace el público al momento de probarla. Las investigaciones son un punto de partido, luego el mercado define”, manifiesta Julio Centurión.

¿Cyberbullyng a la moradita?
Para el director de la agencia SHOCK MKT, no se trata de un ‘trolleo’.

“Es muy difícil que a una marca bandera como Inca Kola, la gente esté predispuesta a atacarla. Son parte de nuestra historia. Este tipo de cosas, que pueden suceder a nivel de percepción de los clientes, definitivamente hace que la marca se afecte pero es mucho más fuerte su trascendencia”, explica.

En las redes oficiales de Inca Kola, las respuestas a los comentarios negativos se enfocan en el producto original: “¡Si La Moradita no es para ti, recuerda que yo estaré aquí!”.

“Es una ola que va a pasar. Es difícil que la gente comente porque quiera minimizar o “pegarle” a la marca”. Es una etapa en la que el consumidor se levanta”, asegura Centurión.

Los directivos de Coca Cola ya declararon que le dan seis meses a La Moradita para que funcione, aunque, por las reacciones iniciales, hay dos caminos: cambio en la fórmula (y su respectivo sampling masivo) o salida del mercado.

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