Recientemente una pierna de jamón fue valorizada en US$ 4,500 y fue presentada como el mejor producto en la Biofach de Alemania, la mayor feria sobre producción ecológica.
Detrás de este jamón, de la marca Dehesa Maladúa, está un ciudadano español que desde hace 26 años vive en Huelva (España), donde ha logrado salvar a una variedad de cerdo única en el mundo y que es el manchado de Jabugo, y de la cual solo quedan 100 ejemplares, ya que están en peligro de extinción.
Según el diario El Mercurio, al año se venden 80 ejemplares del jamón más caro del mundo.
El blog 20 minutos de España indica que la historia del manchado de Jabugo es de lo más curiosa, ya que es fruto del cruce de un cerdo blanco inglés con una cerda de Huelva, y durante más de 150 años fue la raza predominante en España, hasta que la peste porcina prácticamente acabó con él.
Para rematarlo, la pata blanca del animal hizo que sus jamones no gozaran de mucho prestigio al asociar todo el mundo el jamón de calidad con la pata negra.
Algo que, unido a su lenta crianza y menor productividad, comparado con otras razas, casi lo llevó a la extinción.
Pero lejos de tener ningún fundamento esa teoría del color de la pata, resulta que los jamones producidos a partir de esta variedad han conseguido establecerse en los últimos años como un nuevo referente en cuanto a calidad.
“Y exclusividad, porque con una producción tan escasa, lo precios se han disparado hasta convertirse en los más caros del mundo”, refirió.