¿Qué pasa cuando un líder dice "no" y limita la capacidad de sus trabajadores?

Así como un deportista entrena más de lo común motivado en formar parte del equipo y enfrentar una competencia, un trabajador es exitoso cuando se siente parte de su empresa, afirmó Julián Irigoin, catedrático de la Universidad Austral en Argentina.

¿Cómo generar un buen ambiente laboral sin caer en el relajo? Es una pregunta que muchos ejecutivos se formulan, y creen que la única manera de motivar a sus trabajadores es a través del dinero, pero se equivocan, un buen líder resalta la capacidad de sus trabajadores y está atento a sus necesidades y desafíos, afirmó Julián Irigoin, catedrático en el IAE Business School de la Universidad Austral en Argentina.

“El tener desafíos, el sentir que su trabajo aporta valor, y que aprende y crece; permite a su gente tener alta motivación, y en consecuencia, genera un mejor clima laboral”, aseguró el catedrático que participó del Diplomado Internacional en Gestión del Talento Humano de Esan.

Irigoin afirmó que es necesario generar un buen ambiente laboral porque es una ‘rueda’ que continuamente se va retroalimentando, es decir, si los trabajadores están insatisfechos, y sienten que no aportan algo importante en sus labores, serán como una rueda que arrastra un resultado contraproducente en su vida.

Frente a ello, el líder de una compañía debe generar unidad y confianza con sus trabajadores expresando interés por ellos acerca de su vida personal, porque sino esa persona se plantearía la siguiente pregunta: ¿por qué debo preocuparme por la empresa o algo no específico a mi puesto, si ellos no se preocupan por mí?

Por el contrario, según el especialista cuando un líder está realmente atento a las necesidades que tiene su gente y actúa en consecuencia, propiciando la comunicación, se desarrolla una relación de confianza que puede permitir hasta que una persona trabaje más horas de las habituales.

Sin embargo, -agregó- el trabajador debe hacerlo convencido de que está haciendo lo correcto, es decir, no porque es su obligación o por cuestión de imagen.

“Por ejemplo, un deportista cuando está por enfrentar una competencia muy relevante, entrenará más de lo común, pero ¿por qué lo hace?, porque está motivado por ser parte de su equipo o ser exitoso. Uno consigue ser exitoso cuando se siente parte de la empresa”, concluyó.

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